El entrenador Óscar Washington Tabárez reflexiona sobre el futuro de Uruguay en las eliminatorias. Es defensor de los procesos en las selecciones y clubes.
A punto de comenzar una nueva eliminatoria, ¿qué diferencias hay con la anterior?
La diferencia está en el camino recorrido. En el conocimiento mutuo de todos los integrantes del grupo. Hoy la llegada de nuevos jugadores se facilita mucho porque rápidamente se integran. Hoy estamos en un ambiente mucho más tranquilo y estable.
¿Hay otro respaldo?
No tanto por el respaldo sino que hay una sensación de que todos estamos trabajando para el mismo lado. Muchas cosas que en aquel momento pedíamos y quizás porque teníamos poco tiempo de rodaje no se concedían, ahora hasta vienen como iniciativa de la Asociación Uruguaya de Fútbol.
¿Cómo se siente con relación a lo que vivió hace cuatro años?
El camino hecho hace que tenga un grupo de futbolistas en el que me miro permanentemente. Trato de que las cosas estén bien y no solo para ganar partidos, sino porque estamos convencidos que este grupo marca cierta imagen que es bueno que se miren en ella otros jugadores más jóvenes.
¿Cree que si no hubiera estado acompañado de buenos resultados el proceso de selecciones hubiera seguido adelante?
Siempre hacemos el ejercicio de lo que pudo haber sido. Los resultados podían haber sido otros. Es muy cruel, fíjese lo que pasa ahora con alguna institución. No es solo pensar que los resultados ayudan para conseguir otras cosas. Nosotros hicimos todo este proceso sin saber cuáles serían los resultados. Y tengo guardadas todas las declaraciones previas al Mundial y a la Copa América, y en todas dijimos que no sabíamos si lo íbamos a conseguir.
¿Estaríamos acá hablando si no se hubiera conseguido el cuarto puesto en el Mundial y el título de la Copa América?
De repente no la hubieran mandado a hacer la nota.
¿Y usted estaría acá?
No sé, pero Del Bosque capaz que tampoco estaría en España ni Guardiola en Barcelona. No me quedo mucho en esas cosas. Hay una distancia muy chiquita entre ganar y perder. No creo en la suerte ni cuando me viene mal ni cuando me viene bien. Porque no la puedo controlar. Ni me considero feliz ni un hombre de suerte. Allá los medios que endiosan al que sale primero y ponen en un rinconcito al segundo. Yo no lo veo así. Lo importante no es considerar solo que estamos haciendo esto porque ganamos, porque no terminó nada ni con el Mundial ni con la Copa América. Esto sigue.
¿Pero seguiría si no se hubieran conseguido los resultados?
No lo sé, quizás no, pero no lo daría como una cosa definitiva. Tengo la esperanza que la cultura futbolística del país vaya cambiando. Los jóvenes salieron a festejar cuando le ganamos a Sudáfrica, quiere decir que nos les importaba que se perdiera el cotejo siguiente. Y eso es un cambio. Los jóvenes aficionados no son los que van a determinar si sigue o no sigue un DT, o un proceso. Generalmente se le renueva un contrato a un técnico cuando gana. Porque se trabaja para eso. Pueden venir los malos resultados, pero el proceso garantiza determinadas cosas.
¿Es consciente que hoy los uruguayos de toda edad se pintan la cara y salen a la calle a saltar, algo que para nuestra manera de ser, era impensado?
Eso pasa porque el mundo es cada vez más aldea global. Y cosas que se hacen en otros lados, sobre todo en los mundiales, se copian. Pero es cierto que se dio un vuelco desde ser tímido o tener miedo al ridículo a la exposición. Y creo que es bueno, porque el fútbol es lo único que cuando se dan resultados positivos nos hace sentir a todos unidos. He sabido de casos, como el de una mujer de 80 y pico de años que vive sola y cuando Uruguay salió campeón de América salió a la calle a abrazarse con gente que no conocía.
¿La eliminatoria será diferente después de lo que se consiguió?
Para algunos rivales puede ser diferente. Para Bolivia, por ejemplo, puede ser mucho más motivante venir acá y sacar puntos. Pero eso está en la mente de los entrenadores y futbolistas de esos equipos. A nosotros no nos da ninguna garantía de clasificar porque hayamos ganado la Copa América. La eliminatoria es una competición difícil y nosotros y los argentinos somos los que más sufrimos las circunstancias climáticas y la geografía de Sudamérica. Pero todos los partidos van a ser parejos.
¿Acaso espera un Uruguay igual a la Copa América o uno mejor?
Depende, tanto para la Copa América como para el Mundial tuvimos un tiempo de preparación que ahora no tenemos. Dependemos de la forma en que lleguen los futbolistas. Pero tengo confianza en el plantel de jugadores, nos pone a cubierto de los problemas que pueda haber.
El recambio de jugadores se inició, ¿ha pensado cuando no estén Lugano y Abreu?
También va a haber un momento en que Tabárez no esté. Todo pasa. No solo el fútbol tiene ese tinte dramático, lo tiene la vida misma. Y muchas veces esos viajes se terminan. Cuando un futbolista se siente mejor es cuando tiene 30 ó 32 años. Pero no veo signos evidentes de que eso esté cerca.
¿Qué fue más importante ganar la Copa América o el cuarto puesto en el Mundial?
Las dos cosas. La Copa América dio un título. Es consagrarse y, además, ganar la decimoquinta copa para Uruguay tuvo connotaciones históricas. Pero lo del Mundial tiene una dimensión superior. Sobre todo para el prestigio que pudo conseguir la selección.
HOJA DE VIDA
Su origen. Óscar Washington Tabárez nació el 3 de marzo de 1947 en Montevideo. Es maestro de profesión, ex jugador y actual DT de la selección uruguaya.
Su experiencia. Jugó en cinco equipos uruguayos (de Primera y Segunda división) y en uno mexicano. Como entrenador dirigió 10 equipos diferentes de cinco países. Ganó el título de la Copa América de Argentina, en este año.