El Manchester United se hunde en una crisis cada vez más profunda: tras la humillante derrota por 3-0 en casa ante el Liverpool la clasificación para la Liga de Campeones parece una quimera, y las cosas podrian empeorar aún más para el equipo dirigido por David Moyes, sucesor del legendario Alex Ferguson.
La derrota dolió muy hondo. Wayne Rooney habló de una “pesadilla” y de uno de sus “peores días”. Moyes, cada vez más criticado, mostró desconcierto tras la histórica debacle ante el “eterno rival”.
“Es difícil de explicar”, dijo el técnico, que admitió que el cargo es más duro de lo que supuso: “Sí, así lo diría”. La del domingo fue la derrota más abultada en casa contra el gran rival desde 1906.
“Es algo duro de digerir. Nadie quiere perder así en su propio estadio”, agregó Rooney. Y tras la novena derrota en la Premier League, el miércoles el campeón inglés podría despedirse de la Champions League europea, porque ni siquiera sus más optimistas seguidores creen que pueda superar los octavos del final tras caer 2-0 en la ida ante los griegos del Olympiakos.
En sus 118 años de historia, el Liverpool había ganado solo 15 veces en el estadio del Manchester United. Séptimos en la tabla y a 12 puntos de un puesto en la Liga de Campeones, el United corre incluso gran peligro de no clasificarse ni siquiera para la Europa League y de sellar su peor temporada en 21 años.
“No jugamos tan bien como deberíamos. Tenemos que hacer aún muchas cosas”, admitió Moyes, que da sensación de impotencia para administrar la dura herencia de Ferguson, presente el domingo en la tribuna.
Moyes, que junio de 2013 firmó un contrato por seis años, cuenta aún con el apoyo de los responsables del club. En el Liverpool, nuevo segundo de la tabla, reina la euforia.
“Dominar en este campo del prinpio al fin fue una bella sensación”, dijo un Steven Gerrard un tanto asombrado. Mientras que el United solo tiró a gol en una ocasión, los ‘reds’ demostraron ser un serio candidato al título. Tanto el Chelsea como el Manchester City deben jugar aún en Anfield Road. Con un partido menos que el Chelsea, el Liverpool confía en superar al equipo de José Mourinho.