Ser o no ser: el dilema de Saritama

Lo que ha pasado con Luis Fernando Saritama en Liga debe ser lo más parecido a un drama shakesperiano, con el jugador preguntándose “ser o no ser” ante una calavera (un balón, mejor dicho) y asumiendo los riesgos de una respuesta que podría ser fatal para su carrera.

Repasemos. Hace poco más de un año, el ‘Sari’ dejó a ese zepelín en picada que era Deportivo Quito, del cual era ídolo. Aconsejado por Reinaldo Rueda, optó por pasarse a la U (¡el archirrival!), donde encontraría regularidad, un técnico sabio que lo haría mejorar y de paso obtendría estabilidad financiera. Se trataba de requisitos básicos para conservar su puesto ya ganado en la Tricolor sin el drama salarial que los chullas ya no estaban en condiciones de afrontar.

12 meses después, Saritama solo ha obtenido paz en lo financiero. El sabio entrenador, al contrario de lo que se esperaba, llevó al volante (y a toda la Liga de hecho) a sus peores niveles de rendimiento, lo hizo jugar en puestos que no eran los correctos, lo desaprovechó y la hinchada alba se enfadó y se ensañó con él. Para colmo, el nuevo estratega de Liga le dice que no le garantiza la titularidad, prácticamente por la misma razón que ahora tiene a Saritama fuera del once abridor de la Tricolor: nos sobran volantes. Es decir, toca competir.

Saritama, un profesional correcto y dedicado, tenía dos opciones, quedarse en Liga a pelearla o irse. Ser o no ser. Prefirió lo segundo, para desconcierto de quienes siempre han ponderado su espíritu de lucha tanto fuera como dentro de la cancha. Se verá si logró encontrar fuera de Liga lo que tanto anhelaba y si no cometió un segundo error.

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