El Nacional respiró ayer. Cuando el partido parecía liquidado con la victoria del Deportivo Cuenca por 1-0, un potente remate de Juan Luis Anangonó marcó el empate y salvó al cuadro militar en el Olímpico Atahualpa, a los 81 minutos.
El gol alivió a los locales, pero no a su técnico Mario Saralegui, quien no celebró el tanto. El uruguayo se limitó a observar a sus jugadores, a caminar en el borde de la cancha y a dar ordenes a un conjunto que no demostró la contundencia y definición que necesitaba, especialmente en el primer tiempo.
Desde el inicio del partido, a las 10:30, las gradas del estadio Atahualpa lucieron semivacías. Hasta que los barcelonistas empezaron a ocuparlas.
Los ‘puros criollos’ saltaron a la cancha a defender su casa, pues de 67 enfrentamientos entre ambos equipos en el estadio de El Batán, los locales han triunfado 38 veces y empatado 22.
Sin embargo, se encontraron con un Deportivo Cuenca que no dudó en atacar desde el comienzo y dominó el cotejo, al menos la mayor parte del tiempo.
El volante militar Franklin Guerra se convirtió en el hombre de peligro para la zaga cuencana. Saralegui decidió utilizarlo como carrilero derecho, y desde allí se generaron más opciones de gol.
Solo en la primera manga, Guerra incursionó cinco veces en el área rival, pero no logró definir y sus compañeros tampoco supieron aprovechar sus centros.
En esa ausencia de goles, el Cuenca aprovechó el tiempo con sus rápidos contragolpes. Los argentinos Federico Laurito y Javier Robles comandaron efectivamente el ataque y se entendieron bien. Gracias a ello, los azuayos encontraron una forma de llegar al área militar por el costado derecho de la cancha.
Entonces, se cumplió el presagio. El equipo de Luis Soler abrió el marcador y aquello paralizó a los militares. Luego de un pase clave de Laurito, el balón cayó en los pies de Robles, quien se encontró bien ubicado.
Entonces, el arquero Bonard García salió de su área para adelantarse al balón, pero fue muy tarde. Robles dominó el esférico en sus pies, eludió al meta, y anotó con un remate a ras de piso.
Los morlacos se imponían por octava vez en su historia ante El Nacional, en su casa. Y aún así, el juego bajó su ritmo. El Cuenca continuó con el control, pero no generó mayores emociones.
Para la etapa complementaria, Saralegui intentó cambiar de estrategia y volcar más al ataque a sus jugadores. Ingresó a Christian Lara por Paúl Minda y con ello, ganó un poco más de movilidad en el medio campo.
En cambio, el equipo visitante reemplazó sus contragolpes por un juego más defensivo para que el marcador se mantuviera.
Luego de que un gol de Édison Preciado fue anulado, los militares igualaron el partido gracias a un tiro libre, que recayó en los pies de Anangonó a los 81 minutos. El delantero remató con potencia y dejó sin reacción al portero argentino Esteban Dreer.
El Nacional despertó y generó llegadas más constantes por intermedio de Iván Kaviedes (ingresó por Guerra a los 58 minutos), Édison Preciado y Christian Lara, pero ninguno pudo concretar las jugadas.
El árbitro Alfredo Intriago dio por finalizado el cotejo y con ello, El Nacional sumó un punto, que lo mantiene en el tercer lugar de la tabla de posiciones con 21 unidades, por detrás de Barcelona con 24. En cambio, el Deportivo Cuenca es octavo, con 15.
Para la decimocuarta fecha del torneo local, el conjunto militar visitará a Barcelona, en el estadio Monumental, y el equipo morlaco recibirá al Manta en el Alejandro Serrano Aguilar.