Una vez más, el técnico de El Nacional, el uruguayo Mario Saralegui, se lamentó por la falta de gol de su equipo. Admitió que es un error que le está pasando factura a la campaña que realiza el plantel de los puros criollos.
Esta molestia se evidenció la tarde del sábado 5 de marzo, cuando el DT reclamó airadamente al golero Danny Cabezas por su error de cálculo en el gol del Manta, y a sus delanteros y volantes, cuando fallaron las opciones en el área rival.
En siete fechas, El Nacional ha convertido siete goles. Es decir, su promedio es de un gol por partido. “En la mayoría de los encuentros dominamos, pero no concretamos”, admitió Saralegui. “Me quedo satisfecho con el desempeño futbolístico de mis jugadores, pero es evidente que hay una falencia por corregir”, agregó.
El estratega uruguayo solo respondió a dos preguntas en la rueda de prensa, posterior al partido en el que cayó 1-0 ante el Manta, en el estadio Jocay.
Para este encuentro, Saralegui puso un equipo ofensivo, con un solo volante de contención: Flavio Caicedo. Para las labores ofensivas ubicó a Juan Luis Anangonó con Christian Lara, acompañados de Édison Preciado y Renato Ibarra. Marwin Pita recuperó balones y se mostró luchador.
De ellos, solo Ibarra tuvo iniciativa y fue punzante con sus desbordes y velocidad. El juvenil mostró el talento que lo hizo brillar con la Selección Sub 20 en el Sudamericano de Perú. Mientras que Lara y Preciado nunca trascendieron en el juego.
A pesar de este bajo desempeño de dos jugadores que llegaron al equipo como figuras, El Nacional se dio modos para crear peligro en el pórtico que defendió el meta Damián Lanza. Él se convirtió en la figura del cotejo en el primer tiempo, porque fue oportuno y seguro en sus salidas. También tuvo suerte, cuando los remates de los delanteros rojos terminaban afuera o eran bloqueados por los defensas mantenses.
Por ello, Saralegui recriminó a sus dirigidos constantemente desde el borde del campo. Bajo un intenso calor, el estratega transpiró y gesticuló desesperadamente. Fueron cuatro las opciones claras que tuvieron sus dirigidos para abrir el marcador.
El rival también tuvo mérito. Manta fue un equipo paciente, que esperó siempre en su área. Nunca llegó a inquietar a Cabezas en el primer tiempo. Privilegió la marca antes que el ataque. Esta táctica varió en la etapa complementaria, lo que sorprendió a los puros criollos.
El técnico argentino Gabriel Perrone ingresó a su compatriota, Elvio Fredrich. Este delantero, en su primera intervención, desniveló el marcador a favor de los locales. En el minuto 54 desbordó por el costado izquierdo y lanzó un centro. El balón de desvió en su rumbo, lo que desubicó al golero militar. Calculó mal en la salida y el balón ingresó a la red.
Los jugadores y los 1 500 hinchas del Manta celebraron el gol, mientras los 100 seguidores del equipo rojo observaron incrédulos desde la tribuna. Su equipo dominó hasta ese instante y no fue capaz de marcar un gol. Los atuneros generaron una posibilidad y la aprovecharon.
Esta campaña hizo recordar al inicio del torneo del año pasado, cuando el técnico era el colombiano Jorge Luis Pinto. A estas alturas del torneo, en siete fechas los militares solo marcaron 11 tantos. Al igual que el entonces entrenador, Saralegui argumentó que “el equipo trabajará duramente en la definición”.
Tras la conquista del Manta, Perrone, fiel a su estilo, ingresó jugadores de marca para apelar al contragolpe. El Nacional, en cambio, terminó con tres atacantes: Anangonó, Preciado y el ingresado Edmundo Zura. Ninguno encontró el espacio necesario ni el momento justo para igualar el marcador. Al contrario, los atuneros fueron más peligrosos en las salidas rápidas.
Así, quedó demostrado que no siempre gana el que mejor juega. Manta está en quinto lugar y El Nacional es octavo.
La figura
Damián Lanza atajó con solvencia
El golero atunero salvó a su equipo de los remates de media y larga distancias. Estuvo presto para contener los centros y lanzarse a los pies de los delanteros de El Nacional. También puso serenidad cuando tenía el balón.
La contrafigura
Christian Lara hasta ahora no trasciende
El volante ofensivo volvió al equipo como la mejor contratación criolla. Pero en estas siete fechas no ha podido destacarse como lo hizo en el último título del 2005. Ante el Manta se dejó marcar y fue reemplazado.