Lo que pudo ser una goleada contundente terminó con un apretado marcador. No obstante, El Nacional derrotó al Manta ayer en Quito, en el estadio Olímpico Atahualpa, ante solo 700 aficionados que terminaron pidiendo tiempo al árbitro central Carlos Vera.
El partido empezó con un dominio claro de El Nacional, especialmente en el medio campo, donde jugadores como Marwin Pita y Édison Preciado se juntaron para crear las primeras oportunidades de gol, desperdiciadas por el delantero Edmundo Zura.
Precisamente, la sociedad entre Pita y Preciado dio sus frutos al minuto 9 cuando el primero levantó un centro preciso al área, que su socio paró con derecha y sin dejar caer el balón empalmó con izquierda un golazo que dejó sin efecto la espectacular volada de Rolando Ramírez.
[[OBJECT]]
Los hinchas del ‘Nacho’ se frotaban las manos porque los ataques no cesaban y el club visitante se veía acorralado en su campo. Tanto así que en el minuto 13 Preciado envió un centro desde la izquierda que fue muy bien aprovechado por Juan Govea, al bajar el esférico con clase y con tiro bajo y colocado al palo derecho de Ramírez puso el marcador 2-0 a favor de los ‘militares’.
Se presagiaba una goleada porque el Manta no tuvo reacción y los puros criollos mantenían el dominio en la cancha y creaban claras opciones de gol. Dos de ellas salieron de los pies de Pita que efectuó sendos disparos en los minutos 25 y 31, que fueron desviados por las excelentes actuaciones de Ramírez, ahogando de esa manera el festejo local.
El Nacional falló mucho en la definición y su rival pudo lastimarlo cuando adelantó sus líneas. El Manta se volcó al ataque y aprovechó un descuido de la defensa para poner el tanto del descuento, gracias a un autogol de John Narváez.
En la segunda etapa los manabitas persistieron en su actitud de buscar el arco rival. Fueron más desafiantes y dinámicos, buscando el arco contrario con buen toque de pelota en el medio campo, donde el experimentado Christian ‘Diablito’ Lara fue el eje.
El Nacional tampoco renunció al ataque y buscó por todos los medios llegar con peligro al arco mantense, pero nuevamente se topó con sus propias limitaciones ya que Zura (falló al menos tres ocasiones de gol clarísimas), Juan Govea, y el mismo Preciado carecieron de puntería para anotar.
Con los dos equipos volcados al ataque el partido ganó en intensidad y resultó muy entretenido durante casi todo el segundo tiempo, aunque por momentos el Manta tenía mejor manejo del balón.
En los 10 minutos finales, El Nacional se limitó a conservar la pelota y defender ese marcador que le daba la victoria, mientras que el Manta seguía intentando llegar al empate pero sin la fortaleza necesaria para vulnerar la última línea de los locales. Esta victoria es un bálsamo para el cuadro criollo.