Desde el 3 de septiembre, El Nacional afronta un nuevo dolor de cabeza. Además de su pobre rendimiento futbolístico (es séptimo en la tabla acumulada con 35 puntos, la mitad de los conseguidos por el puntero Liga) y de las escasas asistencias al estadio, el equipo criollo perdió un juicio en los juzgados del país.
Ese día, el Juzgado Primero de Garantías Penales de Pichincha emitió un fallo a favor de Jorge Cordones Chazo, vicepresidente de la Asociación Nueva Visión, un ente que agrupa a militares en servicio pasivo.
De acuerdo con la resolución, el Juzgado “ordenó que se dejaran sin efecto los descuentos que realiza las Fuerzas Armadas a los miembros activos, pasivos y personal civil que presta sus servicios en dicha entidad y que son asignadas al Club Deportivo El Nacional”.
El argumento de Cordones, un sargento primero en servicio pasivo, se ampara en una resolución emitida el 13 de agosto del 2007 por Lorena Escudero, quien entonces se desempeñaba como ministra de Defensa.
Mediante el oficio NºMS-7-5-2007-250, Escudero dispuso al Comando Conjunto que se dejaran sin efecto dichos cobros. Si algún militar deseaba seguir aportando, podía hacerlo. Caso contrario, debía remitir un oficio a las oficinas del equipo pidiendo que el cobro se dejara sin efecto.
Desde entonces, 14 000 militares han dejado de aportar al equipo, según Ángel Sarzosa, presidente del club. Actualmente, el club cuenta con 31 582 socios militares activos, 3 900 pasivos y 350 civiles.
El aporte de los socios suma alrededor de 30% de los ingresos anuales del equipo (USD 1,5 millones). Este año, el presupuesto alcanzó los USD 5 millones.
Sarzosa dice que los socios que se han quedado aportan con entusiasmo. Pero el sargento Cordones sostiene lo contrario y por ello decidió impulsar una acción de protección.
“Nosotros no podemos desafiliarnos del equipo, porque nunca nos afiliamos, fue un acto impositivo. El soldado que está en Loja no puede venir a Quito a presentar una carta para dejar de aportar los USD 3 ó 4 que entrega mensualmente al equipo”.
El titular de El Nacional -que ha ganado 13 campeonatos locales- argumenta que la Asociación “no representa a los militares”, por tanto apeló el fallo y el caso subió a la Corte de Justicia de Pichincha.
El reclamo de los militares pasivos no es el único que afronta la directiva criolla. Ramiro Oviedo es el portavoz del grupo Al Rescate criollo, una asociación que reúne a 120 hinchas y socios del equipo. Ellos piden reformas en el estatuto del equipo y una mayor participación de los hinchas civiles.
Oviedo es socio del equipo y dice que el actual estatuto se contrapone a principios constitucionales. “Somos socios aportantes y pese a ello, no podemos terciar para ser parte de la directiva”.
El artículo 20 del capítulo tercero del reglamento de elecciones en su cuarto inciso dice que “la Presidencia del club solo podrá ser ejercida por un oficial general o superior en servicio activo”. Lo mismo sucede con el cargo de Vicepresidente del club.
“El Nacional es un equipo de las Fuerzas Armadas y por tanto debe ser dirigido por un oficial”, dice Sarzosa. En ello concuerda el ex presidente del club, general Edmundo Luna. Él también es partidario de que el equipo mantenga su condición de ‘puros criollos’ y no contrate a extranjeros.
Oviedo sostiene que el modelo de administración “es vertical y caduco”, el mismo que se inició el 1 de junio de 1964, con su fundación. Esa, dice él, es una de las causas de la actual crisis futbolística.
Con la promulgación de la nueva Ley del Deporte, todas las instituciones deportivas deben presentar nuevamente sus estatutos. En el cuadro criollo se creó una comisión de reformas al estatuto, la cual es presidida por el teniente coronel Hernán Altamirano.
Hasta el momento, la comisión analiza los posibles cambios en las normas que rigen al equipo. Sarzosa no descarta la posibilidad de vincular más a los socios civiles. “Se pudiera crear una Vicepresidencia y también está la posibilidad de que se encarguen de la Gerencia de Mercadeo”.
La crisis criolla se ha extendido a lo futbolístico: este año el club ha tenido tres técnicos: Jorge Luis Pinto, Perdomo Véliz y desde hace un mes Mario Saralegui. El único bitricampeón del fútbol local lucha ahora para no descender, tal como sucedió en 1979.
Un equipo glorioso que atraviesa una crisis profunda
Fernando Baldeón, ex gloria del equipo, dice que se debe apostar por trabajar bien en inferiores.
Mario Saralegui tiene un contrato hasta el próximo año. Su misión es salvar la categoría.
Edmundo Luna dijo que los ex presidentes del club apoyan plenamente la gestión de la directiva.
Luis Antonio Valencia, Christian Benítez, Christian Lara, Félix Borja salieron de las juveniles del club.