Desde hace algunos años, los clubes del fútbol ecuatoriano enfrentan serias dificultades para cumplir con sus obligaciones económicas, lo que se traduce en multas y sanciones dentro del campeonato nacional.
Aunque no es un problema reciente, en la presente temporada cuatro equipos sufrieron la resta de puntos en la Liga Pro. Otros clubes apenas lograron cumplir con sus compromisos económicos en el último minuto para evitar sanciones, una situación que se repite semana a semana.
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Multas y sanciones, un tema constante
Andrés Holguín, abogado especializado en derecho deportivo, destacó a EL COMERCIO que este año se dieron numerosas sanciones, afectando incluso a clubes considerados “grandes” del país.
“En este año sancionaron al Deportivo Cuenca, Emelec, El Nacional y, más recientemente, a Liga de Quito (este último apeló y logró revertir la sanción)”, explicó Holguín.
El jurista también señaló que esta problemática es aún más frecuente en los torneos de ascenso, como la Segunda Categoría. En estas competiciones, equipos han sido eliminados de fases decisivas por deudas e incumplimientos económicos. “Allí se sanciona bastante”, acotó.
¿Por qué ocurre esto?
Existen múltiples razones para este incremento en las sanciones, pero para Juan Francisco Guerrero, abogado que defendió recientemente a Liga de Quito y logró recuperar los tres puntos que se le habían restado, todo se origina en un problema estructural.
“El fútbol ecuatoriano arrastra una crisis económica importante desde hace algunos años (…). Hay un problema estructural porque los ingresos y los gastos de los clubes no están equilibrados; existen desfases”, explicó Guerrero a EL COMERCIO.
Este desbalance económico provoca que los clubes no puedan cumplir con sus obligaciones contractuales con jugadores o empleados, lo que genera multas que agravan aún más la situación y, en algunos casos, deriva en sanciones deportivas.
La necesidad de mejores controles
Para Guerrero, una de las soluciones a esta crisis pasa por implementar controles financieros más estrictos y eficaces. En el pasado, los mecanismos de supervisión eran insuficientes, lo que permitía que los clubes sortearan situaciones críticas sin resolver sus problemas de fondo.
“Los controles en el pasado no eran lo suficientemente rigurosos desde el punto de vista financiero (…). Esperamos que con la actual federación y los nuevos controles, estas situaciones no se sigan presentando”, añadió el abogado.