El técnico de la selección brasileña de fútbol, Mano Menezes, declinó ayer confirmar el equipo que mañana enfrentará a Paraguay en Córdoba, por la segunda fecha del grupo B de la Copa América.
“Tengo dudas y por eso no puedo confirmar si habrá cambios o no, y si hay cambios cuáles serán”, expresó el entrenador durante la conferencia de prensa que concedió al mediodía en Los Cardales, a 60 km de Buenos Aires.
Después del frustrante empate 0-0 ante Venezuela, en la concentración brasileña se empezó a especular con que Menezes haría al menos una variante.
En la práctica realizada el miércoles por la tarde a puertas cerradas, el DT había dispuesto en principio el mismo equipo del debut, pero durante la práctica ordenó dos cambios: Elano por Ramires y Lucas por Robinho.
Justamente, en relación a la posible salida del delantero del Milan, el seleccionador fue consultado sobre si el eventual reemplazo de un futbolista en el segun-do partido de un certamen no sería un golpe psicológico muy difícil de asumir.
“Yo siempre tengo que priorizar la parte colectiva. No podría dejar de hacer un cambio si eso solo perjudica a un jugador”, respondió el técnico, que al no confirmar el equipo titular multiplicó las dudas sobre la situación de Robinho.
“Paraguay será un adversario muy difícil. Las estadísticas en los últimos enfrentamientos lo confirman, porque Brasil ganó 4 y Paraguay otros 4. Pero vamos a estar preparados”, dijo Menezes en relación al próximo partido.
El Grupo B está igualado en puntos y goles, porque los paraguayos y ecuatorianos también empataron 0 a 0 en el debut. Aunque de manera indirecta, el técnico confirmó su disgusto por cómo terminó jugando Brasil ante Venezuela: “Me gustaron los primeros 30 min. En ese lapso el equipo hizo lo que yo pretendía. Pero después fue distinto”.
Si las cenizas del volcán Puyehue lo permitían, Brasil tenía previsto viajar la noche de ayer hacia Córdoba en avión. Hoy reconocerá la cancha del estadio Mario Alberto Kempes, sede del partido ante Paraguay.