Desde hace 13 años me desempeño como utilero de la Selección ecuatoriana. La buena labor que realicé en Deportivo Quito hasta finales de los años 90 sirvió para que el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga me tomara en cuenta para este puesto.
Las clasificaciones a los mundiales de Corea-Japón 2002 y Alemania 2006 fueron las mejores experiencias de mi vida. Siento que aporté con mi trabajo para que los jugadores estuvieran bien y así pudieran estar más concentrados.
Esto gracias a una buena planificación por parte de todos quienes hacemos la Selección y en especial de la dirigencia.
Tengo gratos recuerdos de jugadores como Iván Hurtado, Edwin Tenorio e Iván Kaviedes, futbolistas pero sobre todo buenas personas porque siempre unieron al grupo. El ‘Nine’, quien tenía sus propios zapatos que los trajo de Italia, era humilde y siempre aconsejaba a los más chicos, es decir a los que se unían por primera vez.
Fuera de mi oficio como utilero aporto cumpliendo mis deberes en la sociedad para impulsar el desarrollo del país.