¿Cuál es tu plato ecuatoriano favorito?
Desde que llegué (2009) siempre me gustaron los mariscos. El camarón apanado es como un manjar para mí.
¿Sabe prepararlo?
Antes lo preparaba, pero como me sale mal prefiero ir a un lugar donde lo sepan hacer mucho más rico.
¿Qué otro plato ecuatoriano recomendaría?
Como vivo en el valle (de Los Chillos) probé el famoso hornado y es muy rico. Llevé a mi familia y le encantó.
Cuando va a Paraguay, ¿qué destaca de Ecuador?
Primero el paisaje ecuatoriano, que es impresionante. Pocos países tienen estos lugares. El clima es muy agradable, sin mucho calor o frío. No es como en Paraguay, que llegó a 45 grados. Ni en Guayaquil se alcanza eso. Pero adoro Quito y Sangolquí, el clima es rico. Sobre la gastronomía, sin dudarlo, los mariscos. Hay mucha variedad y la preparación es exquisita.
¿Qué plato le provocó un mal rato?
La fanesca. Ese plato fue un poco fuerte, pesado. Apenas probé dos cucharadas. También me asusté y sorprendí con el cangrejo. Nunca lo había probado ni visto. Después ya me gustó, es delicioso.
¿Y qué opina de las mujeres ecuatorianas?
Son muy lindas, atractivas (se toma un respiro). Pienso que en toda Sudamérica hay hermosas mujeres… Pero, ¿en qué parte del país ha visto a las mujeres más bonitas?
(Sonríe) En todas partes. Pero en Manta, Guayaquil y Cuenca… he visto mujeres muy lindas. En Quito también las hay.
¿Y alguna le robó la mirada? ¿Las mira de reojo?
(Sonríe) No, ninguna.
¿O su esposa (María Graciela González) es celosa?
No, para nada. Ella confía en mí plenamente.
¿Qué le motivó a nacionalizarse?
Primero estaba mi familia, que estuviera cómoda, tranquila. Desde que llegamos a Ecuador estuvimos felices. Nos adaptamos rápido porque la gente siempre fue cálida con nosotros en todo lado y momento.
Además, tengo una hija ecuatoriana (Dayana Azcona, de 2 años y nacida en Sangolquí) que es nuestra felicidad. Pienso quedarme mucho tiempo en Ecuador.
En Paraguay combinan el español con el autóctono, el guaraní. ¿Se animaría a aprender quichua?
Más hablamos el guaraní que el español, realmente. Y claro, por qué no… es un idioma de Ecuador que me gustaría aprender, aunque sean unas pocas palabras.
¿Cuando llegó al país sus compañeros le hicieron expresarse con palabras que tienen otro significado en otros países?
(Ríe) En Loja fue lo primero que hicieron. Yo sin saber solo lo repetía y lo expresaba como algo normal. Un día en el supermercado dije algo y una señora me habló. Le dije que no sabía porque era paraguayo… ahí sonrió y me explicó lo que significaba.
¿Ya sabe todo el Himno Nacional?
Siempre lo ensayo para memorizar todo. Aún no lo he entonado en algún evento. Espero ansioso la Copa Libertadores para cantarlo con la mano en el corazón.
¿Qué costumbre ecuatoriana se le ha pegado?
Cuando llego a Paraguay se dan cuenta de que mi acento es distinto. Mis amigos me dicen que hablo diferente. La mayoría de la gente piensa que soy extranjero.
¿Qué le falta por conocer de Ecuador?
Me encantaría conocer Salinas, dicen que es una playa muy linda. También la Amazonía y Galápagos. Son lugares naturales, con vegetación y animales para disfrutarlos. Eso será más adelante, cuando tenga tiempo.
¿Es cierto que cuando en Paraguay sirven el tereré frío es porque quieren que las visitas se vayan pronto, y caliente cuando quieren que se queden?
No, para nada. Es nuestra bebida ancestral, pero no lo hacemos así. No sé si en otros países tengan esa costumbre. Nos gusta ser cordiales con todo el mundo.
¿Por qué el nombre de Librado?
Por mi papá y mi abuelo. Allá es un nombre muy común y yo lo heredé.
Daniel Librado Azcona
Nació en Caacupé, departamento de Cordillera, Paraguay, el 18 de enero de 1984. Ataja en el Independiente desde el 2010.
Trayectoria
Jugó en el 12 de Octubre de Paraguay (2005-2008). Luego llegó a Liga de Loja en 2009.
Desde que llegamos a Ecuador estuvimos felices. Nos adaptamos rápido porque la gente siempre fue cálida”.