Dicen que el fútbol mueve multitudes. Que es un lenguaje universal. Que desata pasiones. ¿Será capaz de penetrar la barrera de quienes viven en su propio mundo?
María Chiquito, paciente con retardo mental y esquizofrenia, interrumpió la calma de la sala de terapia del Albergue San Juan de Dios cuando gritó ¡gol!, con inusitada emoción. Lo hizo cuando vio a María Hidalgo, su enfermera preferida.
Los internos estaban viendo el partido en el que Brasil y Chile se disputaban el pase a cuartos de final en el Mundial de Sudáfrica. Sin embargo, la pantalla no mostraba ningún tanto. Pero un minuto después del grito de Chiquito, el futbolista brasileño Juan anotó el primer tanto para Brasil y esta vez Hidalgo, quien estudia para auxiliar de enfermería, tomó de la mano a Chiquito y festejó con ella el primer gol de los brasileños.
En la sala, frente a un televisor Sony de 21 pulgadas, estaban 17 de los 40 internos del albergue, regido por los hermanos religiosos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
Solo Chiquito y Segundo Gualuquiza, otro paciente, le prestaban atención al juego. Los demás internos, ancianos, sordomudos y personas con problemas mentales, estaban sentados y solo de rato en rato regresaban a ver el televisor. Pero estaban ahí, casi sin moverse, como si dejaran que el tiempo pasara y no importara nada más. Ninguno, a excepción de Chiquito, se levantaba del asiento.
Además de Hidalgo, los pacientes estaban al cuidado de Angélica Valencia e Irma Torres, también estudiantes de enfermería que realizan sus prácticas en el albergue.
Los pacientes no se levantaron en el entretiempo. Permanecer en las tardes en la sala de terapia es parte de su rutina diaria. Allí se relacionan y comparten antes de retirarse a descansar a sus pabellones -uno para hombres y otro para mujeres- a las 17:30.
En la sala de terapia hay dos sillones y dos sofás de cuero, color café, que están frente al televisor; sillas y cuatro mesas en las cuales los pacientes realizan actividades lúdicas, sobre todo en las mañanas. Estas actividades son similares a las que realizan los niños en el pre escolar, dibujar, pintar, recortar, pegar figuras de colores…
Algunos, como a Chiquito, los trasladaron los policías. La encontraron vagando por las calles, en febrero del 2008 y nadie ha preguntado por ella.
El partido terminó. Ganó Brasil 3-0. Chiquito se levantó y dio un beso en la mejilla a un compañero. A los demás no les importó. Era hora de la telenovela ‘Tomasa, te quiero’.