¿Quién entiende a los directivos del fútbol? En estos tiempos en los cuales la emotividad también es un argumento en esta actividad, nos encontramos que quieren cambiar el sistema de campeonato. Eso es tan injusto, porque lo hacen apresuradamente, solo para beneficiar a un grupo, pero sin darse cuenta de otros escenarios.
Basta revisar lo que ha pasado en estos días, cuando los equipos han terminando peleando ajustadamente por sus propósitos. Y en ese camino aparece un sistema menos atractivo, un poco abstracto, bucólico, sin pies ni cabeza.
Y si acaso quieren dar un giro deberían hacer dos campeonatos, como lo hacen en otros países. Pero se ha hecho común en Ecuador variar cada cierto tiempo. Eso no es serio. Hay que poner en la balanza que el país creció en el fútbol por la seriedad que han mostrado los clubes hasta el final de un campeonato.
Un ejemplo para sostener la emotividad de este torneo es la forma cómo se desarrolló en las últimas fechas. 10 de los 12 equipos estaban peleando por algo. ¿Acaso eso no es emocionante? Más allá que la propuesta sea del seleccionador Reinaldo Rueda, las decisiones finales las toman los directivos de los clubes y ellos no deberían otra vez ser influenciados por la Federación Ecuatoriana de Fútbol, como últimamente ha pasado.