El Manchester United sumó su duodécima derrota en 25 jornadas, alejándose a 15 puntos de los puestos de Champions League y manteniendo una ventaja de 12 sobre la zona de descenso.
Frustrado y sin respuestas, cayó este domingo 16 de febrero de 2025, ante el Tottenham, en un partido donde su falta de gol lo dejó agotado y sin recompensa, sucumbiendo por la mínima (1-0) con el tanto de James Maddison.
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Manchester United no encuentra respuesta
El United perdió el encuentro en el primer tramo. Entre las cuantiosas e incesantes bajas, se percibió e interiorizó una teórica inferioridad, por más que el Tottenham sea un despropósito esta temporada, con tanta crisis como los ‘Diablos Rojos’, tan lejos de su historia.
De vuelta Casemiro a la alineación inicial (no ha jugado de inicio en todo 2025 hasta este domingo), el United optó por el repliegue, por el respeto, por la expectativa en la puesta en escena. Le instó al Tottenham a demostrar de qué es capaz, a la espera de su error para atacar y golpear.
No es nada fiable el United. Ni cuando espera ni cuando ataca ni cuando contragolpea ni en la transición ni en la contención. De pronto, por talento individual, aparece en el otro área, como hizo en el estadio del Tottenham cuando se sentía tan sometido como refleja el 80 por ciento de la posesión local. Era el minuto 10. Tres remates y ningún gol. Así es el United.
La secuencia propone como protagonista principal a Vicario, multiplicado para despejar abajo el primer tiro de Hojlund, para lucirse en su vuelto a la parábola que conectó Garnacho y para aliarse después con Ben Davies, salvador frente a Dalot.
Tottenham puso contra las cuerdas al United
No lo aprovechó. Y recibió el 1-0 un par de minutos después. El zurdazo tan solo de Bergvall dentro del área pone en evidencia el sistema defensivo de Amorim. También a Onana por la forma que despejó el remate. El balón suelto lo remachó Maddison.
El 1-0 del Tottenham, que apenas había hecho nada para tomar ventaja, contra el United, cuyo ataque también está en duda de forma permanente. No es efectivo, tan imprescindible como es en el fútbol moderno. Especialmente explícito fue el derechazo a las nubes de Garnacho, en una jugada que debe ser gol casi siempre. Su remate, solo en la izquierda, fue lamentable.
El Tottenham sostuvo su ventaja, alertado por la ofensiva del United, transformada en un cabezazo de Zirkzee y en un nuevo remate de Hojlund. No tiene gol el United, sin recursos en su banquillo ante tantas lesiones más que una legión de jóvenes canteranos sin apenas experiencia como para dar la vuelta a un partido como este.
Avanzado el segundo tiempo, había hecho méritos para la igualada, pero también advertido por alguna ocasión del Tottenham, como otro remate de Mathys Tel a las manos de Onana, en el filo en el que se movió ya entonces el encuentro, entre el mínimo triunfo local y el empeño en el empate de los visitantes, expuestos también a los contragolpes londinenses, entre la interminable frustración del United.
El Confesionario – Primera temporada