Ya lo había advertido el DT de Liga, Edgardo Bauza, en la conferencia de prensa del martes. “Macará tiene jugadores peligrosos de la media cancha hacia arriba: Omar Guerra, Johnny Baldeón, Carlos Quinteros y Marcos Pirchio. Vamos a trabajar mucho para tratar de controlarlos”.
Y el ‘Patón’ no se equivocó, aunque falló en su plan de controlarlos, porque precisamente los cuatro complicaron anoche a Liga en su cancha.
Sobre todo el argentino Pirchio, quien no solo que fue el jugador más ofensivo del Ídolo de Ambato, sino que también marcó gol del triunfo de su equipo, tras un pase de Omar Guerra, en el minuto 92.
Para Pirchio, la cancha de Casa Blanca le era familiar. La conoce muy bien. Antes ya había marcado y ganado a los albos cuando vistió la camiseta del Deportivo Quito en el 2009.
El Patón también dijo el martes: “Macará puede traerle complicaciones a Liga, por algo va puntero”, y tampoco se equivocó.
El cuadro dirigido por Fabián Bustos, quien salió expulsado en el minuto 35, no llegó a esconderse, al contrario presionó adelante. Fue ordenado y complicó más de lo pensado al local.
A Bauza no le salió nada en la cancha de lo que había planeado en los ensayos. Al volante Eduardo Echeverría le sugirió que asumiera su rol protagónico en el once titular. El paraguayo marcó el gol de los albos y se entendió bien con Pablo Vitti, a quien también Bauza le dio la responsabilidad de manejar los hilos del equipo.
Pero Pirchio no fue el único protagonista del encuentro. El árbitro Roberto Alman también lo fue. Luego de anular y validar el primer gol para los ambateños, anotado por Domingo Martínez, el juez cobró primero una falta y luego otorgó el gol a los ambateños en el minuto 51. Esto generó el repudio de la hinchada y la ira de jugadores y del DT de Liga.
Bauza se arriesgó ingresando a Claudio Bieler por Ariel Nahuelpan, quien no pudo ser efectivo con los pases de Vitti. El ‘Taca’, quien no jugaba desde la fecha siete por una lesión, poco pudo hacer con la defensa ambateña, apenas tocó el balón
Al final los jugadores de Macará festejaron con euforia. Pirchio dedicó la victoria a la poca hinchada guaytamba que se ubicó en la general sur alta. Los jugadores celestes se abrazaron en la mitad de la cancha, festejaron la punta del torneo. Mientras que los futbolistas de Liga de Quito y el técnico salieron a los camerinos entre una escolta policial.