Gabriel Corozo es la perla de Liga. En junio se irá transferido al Udinese, tras un acuerdo firmado en diciembre por Esteban Paz, dirigente albo, y Giampaolo Pozzo, presidente del equipo italiano.
Corozo es un jugar ágil y polifuncional, que puede ser zaguero o lateral con proyección. Sin embargo, en Liga consideran que aún tiene mucho potencial, mucho que mejorar. Por ello, el cuerpo técnico trabaja con él de forma continua, aunque a veces recibe fuertes llamados de atención.
La última reprimenda fue pública y ocurrió el pasado miércoles, 29 de enero, en el partido entre Liga de Quito y Liga de Loja, en la Casa Blanca. Allí, el guayaquileño de 19 años y admirador del rapero estadounidense 50 Cent, cometió una falta y recibió una tarjeta amarilla. Su acción generó la reprobación del DT Luis Zubeldía, quien con gestos y gritos, recriminó la actuación de su pupilo.
La calma vino en el camerino y en los posteriores días de entrenamiento, en los cuales el técnico conversó con el futbolista y le marcó sus errores. “Él vive el juego así. Yo le agradezco que me deje jugar y entiendo que a veces tenga que reclamar fuerte”, cuenta el jugador.
De la mano del entrenador, Liga entró este año en una fase de renovación, de cambio de plantilla. En esta temporada, además de Corozo, quien ya acumuló minutos con Edgardo Bauza en las pasadas dos temporadas, otros tres juveniles piden pista en el equipo: Luis Cangá, Alfredo Intriago y Hansel Batallas. Cangá e Intriago han jugado los dos primeros juegos del torneo y estarán ante El Nacional, este domingo 2 de febrero. Ellos ocupan plazas que habitualmente pertenecieron a talentos como Enrique Vera, Diego Calderón y Luis Saritama.
Un trabajo didáctico para pulir a las nacientes figuras
El volante Batallas nació en Manta hace 16 años, usa un afro al estilo del belga Marouane Fellaini, del Manchester United. Él busca su oportunidad de debutar en Primera. Junto a su hermano César, quien también tiene el afro como una seña particular y actúa en Reserva, llegaron hace tres años al equipo, de la mano del exvolante Nixon Carcelén, técnico de las divisiones formativas.
Hansel Batallas se acomoda el cabello y cuenta que aún tiene dificultades para considerarse un futbolista completo: el cabeceo no es lo suyo. Por ello, el cuerpo técnico le organiza jornadas completas y didácticas de entrenamiento.
Zubeldía y su asistente, Maximiliano Cuberas, han tenido que hacer con el juvenil “un trabajo similar al de un niño de 12 años”, para enseñarle que, cuando un centro viene por la izquierda lo más recomendable es definir a la mano derecha del arquero, por ejemplo.
Pero el fútbol se mide por resultados y en las dos primeras jornadas, Liga apenas logró sacar un punto. Por ello, el mensaje del DT llegó claro a los juveniles: “Seguirán teniendo oportunidades, pero deben demostrarme en la cancha que las merecen.”.
Alfredo Intriago también es manabita. Nació en Junín hace 17 años y desde hace cinco está en Liga. A inicios de año estuvo a punto de irse del equipo en pos de más oportunidades, pero con la llegada de este cuerpo técnico se quedó y ya jugó dos partidos del torneo local.
Los juveniles dicen que han tenido apertura de parte de los experimentados. Cangá narra que Norberto Araujo le habla durante todo el partido y que le ha recomendado perfeccionar su cobro de tiros libres.