El fútbol inglés sentó ayer un precedente en la lucha por erradicar el racismo, al procesar al capitán del Chelsea, John Terry, por abuso racial, 24 horas después de que Luis Suárez, delantero uruguayo del Liverpool, fuera suspendido por ocho partidos.
Terry declaró su inocencia con el respaldo del Chelsea y el Liverpool protestó por el fallo de la comisión de la Federación inglesa que sancionó a Suárez con la suspensión y el pago de una multa de USD 62 800.
El líder del sindicato de futbolistas, Gordon Taylor, dijo que los castigos eran “un mensaje muy fuerte para el resto del mundo”.
En comentarios previos a que autoridades británicas autorizaran el procesamiento de Terry -también capitán de la Selección inglesa-, Taylor dijo que estaba claro que el racismo no era tolerado por el fútbol de su país.
“Esta era una comisión independiente experimentada en leyes y fútbol, debían tener evidencia obligatoria, y envían un mensaje muy fuerte al resto del mundo”, destacó Taylor.
Suárez fue encontrado culpable por la comisión regulatoria de la Federación Inglesa (FA, por su sigla en inglés) de haber denigrado racialmente al lateral del Manchester United Patrice Evra, durante un partido de la Liga Premier jugado en Anfield el 15 de octubre de este año.
El delantero uruguayo argumentó que debido a diferencias culturales no se dio cuenta de que el lenguaje que usó era aceptable en su país natal pero es considerado racista en Europa. Suárez le dijo “negrito” a Evra.
Un abogado del jugador en Uruguay dijo que el futbolista apelará la sanción.
“Entiendo el punto sobre las diferencias culturales”, dijo Taylor, citado por medios británicos, “pero si uno viene a este país, todos los jugadores tienen que atenerse no solo a las leyes del juego, sino también a las del territorio. Referirse al color de piel de alguien tiene que ser ofensivo”.
La sanción para Suárez generó un amplio impacto entre los uruguayos. El Gobierno uruguayo y los compañeros de Luis Suárez en la Selección de ese país salieron en defensa del delantero.
“Nos deja una sensación desagradable”, dijo el director nacional de Deportes de Uruguay, Ernesto Irurueta.
El funcionario del Gobierno quiso subrayar diferencias entre la situación de Europa y la de Sudamérica en relación con el racismo. “Lo que está ocurriendo en Europa es producto de sus problemas y no producto de lo que ocurre entre jugadores. Y uno de ellos es lo concerniente al racismo. (Nosotros) tenemos un país con diferencias, pero muy lejos de esas circunstancias que se dan en el Viejo Continente”, remarcó.
El capitán de Uruguay, Diego Lugano, también respaldó a su compañero. “Luis es una víctima. No entiendo cómo un jugador como Evra puede hacer esto. Está rompiendo todos los códigos del fútbol. Todos sabemos la clase de persona que es Luis y sus valores”.
El caso de John Terry, del Chelsea, también generó revuelo. El jugador comparecerá frente a un tribunal el 1 de febrero por presunto abuso racista contra el defensa del Queens Park Rangers Anton Ferdinand.
Terry, sin embargo, niega firmemente las acusaciones. “Nunca hice un comentario racista a nadie y cuento con gente de todo credo entre mis amigos. Lucharé con uñas y dientes para probar mi inocencia. Hice campaña contra el racismo y creo que no hay lugar para eso en la sociedad”, añadió.
El DT del Chelsea, Andre Villas-Boas, ofreció a Terry su total apoyo. “Lo único que sé es que apoyaré totalmente a John Terry”, dijo. “Conocemos sus valores humanos y personalidad y para mí nunca estuvieron en duda”.