“Tu haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen. Señor ten compasión de nosotros”. Así inicia el Salmo 89, parte de la liturgia que el Arzobispado de Guayaquil ofreció el mediodía de este domingo 4 de agosto en memoria de Christian ‘Chucho’ Benítez, cuyo sepelio se realizó el mediodía del sábado 3 de agosto, en el camposanto Monteolivo, en el norte de Quito.
“Es un humilde pero sentido tributo para alguien que destacó mucho en el ámbito deportivo”, señaló el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot -uno de los asistentes- antes de ubicarse en la primera fila de la hilera izquierda, en las bancas de la nave central de la Catedral.
La vicealcaldesa Domenica Tabacchi se sentó a la diestra del burgomaestre. Pedro Mauricio Muñoz, directivo de la FEF también rezó tras el alcalde Nebot en la iglesia mayor de la urbe.
Monseñor Antonio Arregui, arzobispo de Guayaquil, presidió la liturgia. Le dedicó parte su sermón al ‘Chucho’, de quien dijo haber seguido intensamente su trayectoria internacional.
Dos fieles, en medio de los más de 400 asistentes, y vestidos con camisetas de la Selección nacional, asentían con la cabeza durante la lectura de los textos bíblicos referentes al consuelo, luego de afrontar una muerte.
Otro nutrido grupo de fieles vestía las camisetas del Barcelona y del Emelec. Fieles de ambas hinchadas comulgaron en la parte final de la homilía.
Según Monseñor Arregui, los textos seleccionados para la misa formaban parte de la planificación anual de liturgias, y habrían coincidido con el deceso del seleccionado ecuatoriano.
“Que el Señor bondadoso nos ayude y de prosperidad a nuestras obras”, concluye el Salmo 89.