Armando El ‘Travieso’ Paredes se despojó de su camiseta, pese a la fuerte lluvia que cayó al final del partido en la cancha del estadio Siete de Octubre.
El volante del Deportivo Quevedo buscó a Carlos Feraud, el movedizo extremo de Liga de Quito, e intercambió su ‘casaca’. Luego, recorrió presuroso la cancha y se topó el pecho en retribución a los aplausos de los hinchas quevedeños. Fue la imagen de un Deportivo Quevedo que luchó al final por alcanzar un gol, que habría sido el tanto de la victoria ante Liga.
Los albos también intentaron marcar en los quince minutos finales y, sobre todo, con Federico Puppo, Carlos Feraud y Hugo Vélez. La falta de efectividad condenó a los dos clubes y sobre todo a Liga a un empate sin goles.
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Los tres ofensivos albos ingresaron en la segunda etapa del encuentro y volvieron al equipo quiteño más ambicioso que en la primera parte cuando los apostó a su juego de toque en el medio campo, pero sin trascendencia en el sector del ataque.
Al técnico Edgardo Bauza le importa mantener su esquema de juego para que Liga tenga solidez en defensa y la línea media. Su idea irrenunciable de jugar con futbolistas que sean fieles a sus consejos tácticos y su filosofía lo obliga a dejar a hombres con virtudes más ofensivas.
Así se quedaron de suplentes ayer, una vez más, Vélez, Feraud y Puppo. A cambio, desde el inicio, empezaron Carlos Garcés y Pablo Vitti, como hombres de mayor despliegue ofensivo.
Pero para Garcés el gol está anulado en LDU. El delantero manabita debe luchar siempre como único centrodelantero y encuentra pocas opciones claras de situarse solo frente al arquero para definir.
En cambio, Vitti tiene mayor responsabilidad en el medio campo para trasladar el balón con Luis Fernando Saritama. Esa dinámica no fue efectiva para LDU en la mayor parte del encuentro. Pocas veces (apenas tres) los albos lograron opciones claras de marcar.
El Quevedo, apoyado por su público hasta el final, fue más limitado que la ‘U’. Su reflejo de impotencia la reflejó con mucha claridad su entrenador Raúl Duarte, quien fue expulsado de la banca técnica por Roberto Alman a los 23 minutos.
El paraguayo protestó y se quedó atónito con la decisión del juez. Incrédulo y desesperado abandonó la cancha y se dirigió al túnel de acceso al camerino. La misma desesperación y emoción tuvo su equipo en los minutos finales que se atrevió con las avanzadas del ‘Travieso’ Paredes, quien en una ocasión reclamó un tiro penal y recibió una tarjeta amarilla.
Liga también estuvo cerca de marcar, pero a Puppo le faltó decisión para definir ante el arquero experimentado Héctor Carabalí.
La falta de gol parece ser una de sus principales dolencias en este inicio de Campeonato. En cinco fechas jugadas ha marcado cuatro tantos y eso lo condena a terminar sus encuentros con empates. Le ocurrió ante Deportivo Cuenca el miércoles pasado y, ayer, en la calurosa ciudad de Quevedo.
Pero el cuadro albo cree que puede mejorar. En el camerino, tras felicitar a sus compañeros por el despliegue físico, Puppo admitió que su equipo tiene opciones de rendir mejor.
Al Quevedo también lo condenó le afectó la falta de efectividad para marcar ante Alexander Domínguez, el arquero de los albos. El inglés Rohan Ricketts y el paraguayo Carlos Espínola, los dos delanteros estelares, tuvieron pocas chances de rematar.
Al británico se lo vio más incisivo en esa tarea. Remató en tres ocasiones, pero sin puntería y con poca fuerza. Así a ‘Dida’ se le facilitó la tarea durante todo el encuentro.
El guaraní, en cambio, tuvo una tarea de mayor sacrificio. Debió ‘arrastrar’ marcas, pero fue bien custodiado por los zagueros Norberto Araujo y Eduardo Morante.
Este último solo lo pudo marcar hasta el minuto 34 porque fue expulsado. Esto ocurrió por un roce que tuvo con Jhon Garcia, el volante de los locales. Ellos intentaron enfrentarse lo cual originó que el partido se detuviera unos tres minutos. Los hinchas lanzaron botellas a la cancha y obligaron al ingreso de policías para evitar peleas.
Tras el incidente, los jugadores reanudaron el partido sin problemas. Pero en las observaciones, Liga queda en deuda con su rendimiento. Un equipo muy frágil aún en el medio campo, con asistencias que no sostienen su rendimiento. Y ante eso se encuentra con equipos que le llevan la delantera en esta etapa, como Emelec.
Fernando Hidalgo fue el pulmón de LDU El volante de los albos fue uno de los jugadores que mayor despliegue físico hizo en el equipo albo. Sus cualidades respaldan su rendimiento. Desde el medio campo cumplió con tareas de marca y de creación para habilitar a sus compañeros de ataque. Luego debió ubicarse como carrilero zurdo por disposición de Edgardo Bauza y también cumplió acertadamente en esa labor. El entrenador destaco esto último en la rueda de prensa tras el cotejo en el estadio Siete de Octubre.