Sin brillo ni ambición alguna más allá de proteger el resultado conseguido hace dos semanas en Quito, Liga cayó por 1-0 ante Independiente de Avellaneda.
El resultado bastó para clasificar a la siguiente ronda de la Copa Sudamericana, pero es un indicador de que este cuadro dista mucho de ser aquel que imponía su juego en las canchas argentinas.
Liga apostó a su experiencia en este tipo de torneos. Fue un equipo sereno y ordenado para enfriar los ánimos de un rival que necesitaba remontar los dos goles en desventaja del partido de ida. Tuvo paciencia, excesiva a veces, que dejaba a Independiente con dos únicos recursos para intentar ganar el partido con diferencia a favor de sus intereses.
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Uno de ellos fue el remate de media distancia o de tiro libre, confiados en el buen pie de Leonel Núñez; el otro, la constante proyección del lateral derecho JuliánVelázquez, quien superó constantemente a Calderón para enviar centros al área.
Fue así como se gestó el gol, a los 45 minutos. Ezequiel González, en contra de lo que enseña el manual, rechazó el balón al centro. Núñez se encontró con el balón en los pies. Su disparo requirió también de la fortuna: Jorge Guagua desvió la pelota dejando al arquero Alexander Domínguez sin posibilidad alguna de evitar que la pelota llegara a la red.
Antes de la apertura del marcador, todo parecía marchar a favor del campeón ecuatoriano. Supo frenar al ‘rey de copas’ con un medio campo compacto y una defensa siempre concentrada. Nunca perdió los estribos ni se dejó impresionar por tres remates –de Núñez, Matías Defederico y
Velázquez- muy peligrosos que exigieron a Domínguez.
A los 19 minutos Liga insinuó con un remate totalmente desviado de Fernando Hidalgo. Luego hubo otro, de Hernán Barcos, igualmente lejano del arco defendido por Fabián Assmann, cuando finalizaba el primer tiempo.
El marcador haría que cambiara mucho el escenario para el segundo tiempo. Independiente sometió a Liga y Domínguez se erguía como la figura del cuadro albo al detener remates de Federico Parra, Velázquez y sobre todo uno de Defederico a los 57, 59 y 60 minutos, respectivamente.
Domínguez se constituía como la figura del cotejo, aunque la organización decretaría al final que Núñez fue el mejor del partido.
Recién a los 69 minutos, Liga se acordó de que en el fútbol también se trata de llegar al arco rival. A los 72 minutos, Lucas Acosta, reemplazante de González, exigió a Assmann. En seguida, Barcos demostró su habilidad con la pelota al eludir a tres rivales y también ensayó un remate que no trajo mayores complicaciones para el arquero.
Apremiado por el tiempo, Independiente se volcó con todo hacia el campo defendido por los albos. Pero hay algo que Liga sabe muy bien: jugar con la desesperación del rival. No perdió en ningún momento el orden.
Si bien ayer no fue ofensivo y perdió el partido, en una serie de 180 minutos, Liga fue el mejor. El 2-1 en el marcador global lo clasifica para los cuartos de final.
El rival de Liga en cuartos de final saldrá del duelo Sao Paulo (Brasil)-Libertad (Paraguay).
Las alineaciones
Independiente jugó con: Fabián Assmann – Julián Velázquez, Eduardo Tuzzio, Gabriel Milito, Adrián Argachá (Osmar Ferreyra, 55′) – Fernando Godoy (TR 86′), Cristian Pellerano – Matías Defederico (Brian Nieva, 74′) , Patricio Rodríguez – Leonel Núñez (Gino Clara, 77′) y Facundo Parra. DT: Ramón Díaz.
Liga de Quito Alexander Domínguez – Jorge Guagua, Norberto Araujo, Diego Armando Calderón – Néicer Reasco, Patricio Urrutia, Fernando Hidalgo, Ulises de la Cruz, Luis Bolaños (Claudio Bieler, 77) – Ezequiel González (Lucas Acosta, 61) y Hernán Barcos (Paúl Ambrosi,85). DT: Edgardo Bauza.
Árbitro: José Buitrago (Col).