Esto ha generado impacto en la afición peruana, que esperaba que el jugador demostrara todo su potencial bajo el mando del DT Sergio Markarián.
Pizarro siempre fue acusado de dar prioridad a su carrera en Europa y de no rendir en la Selección lo que se esperaba de alguien con su talento y experiencia.
Las lesiones han perseguido a Pizarro últimamente. El calvario comenzó en agosto del año pasado. El ‘Bombardero’ recibió feliz la convocatoria a la Selección para estar ante Canadá en el inicio de la era Markarián, pero seis días antes de su soñada vuelta a la bicolor sufrió una rotura muscular en el muslo derecho jugando por Werder Bremen. Diez días fuera, y mucha bronca.
En septiembre, un mes después, Pizarro se resintió de su desgarro en el muslo jugando ante el Hamburgo. Markarián no tuvo otra salida que dejar sin efecto su convocatoria para los amistosos ante Costa Rica y Panamá.
Pizarro calificó el hecho de “catástrofe”, sin imaginar lo que se venía después.
En diciembre reapareció, pero por precaución decidieron que no haga fútbol hasta el 2011. En enero arrancó la temporada con un gol en Turquía, pero en febrero -en partido ante el Hannover- volvió a sentir un maldito dolor en el muslo derecho: desgarro muscular que lo tuvo 10 días en reposo. Markarián prendía velas para tenerlo en la gira europea.
En marzo, Pizarro volvió a vestir la camiseta nacional casi cuatro años después, cargó baterías con goles ante el Rayo Vallecano ‘B’, pero antes del final del encuentro ante Ecuador en La Haya acabó con un esguince de tobillo que lo dejó tres semanas fuera.
En abril, su técnico en el Bremen decidió que juegue ante el Eintracht Frankfurt, a pesar que no estaba recuperado del todo. En mayo, el ‘Bombardero’ fue vital para que su equipo salve la categoría, pero días después volvió a estar entre algodones por un desgarro muscular. Su club se oponía a que juegue la Copa América.
Ya en Lima, el jugador disfrutó su reconciliación con la hinchada peruana y ejerció el liderazgo como capitán de la blanquirroja en la Videna. Lamentablemente, el tan buscado final feliz de cara a la Copa América se vio truncado por una nueva lesión.
En el equipo hay preocupación por la lista de lesionados, que incluye a otros tres jugadores que actúan en Europa y a los que se considera titulares: el volante izquierdo Juan Manuel Vargas y los defensas centrales Alberto Rodríguez y Carlos Zambrano.
Markarián, reconoció la preocupación: “Estamos muy dolidos todos. Para evitar más complicaciones, hemos dispuesto que se tenga más cuidado con los jugadores propensos a sufrir alguna lesión”. Vargas tiene un desgarro en el muslo derecho que le impedirá trotar por cuatro días más, tras lo cual iniciará un proceso de recuperación de unas tres semanas, lo que lo alejará muy probablemente al menos de los primeros partidos de la Copa.
Rodríguez y Zambrano tratan mientras tanto de recuperarse de una alteración muscular y rotura de ligamentos en la parte derecha de la cadera, respectivamente. Ante esas posibles ausencias, Markarián al parecer pensaba bajar a la zaga al volante central Adán Balbín, pero éste sufrió una contusión en el pie izquierdo que está en evaluación.
Markarián podría replantear su idea original de 3-4-3 por un más conservador 4-3-3, pero el marcador derecho Renzo Revoredo sufrió un desgarro en el cuádriceps derecho y también puede tener hasta para dos semanas de recuperación. Otros jugadores con problemas son los volantes Josepmir Ballón y Jean Tragodara, mientras que una de las principales figuras en la delantera, Paolo Guerrero, está recuperado de una lesión severa, pero llegará con poco recorrido a la cita argentina.
El técnico, que trabaja con 33 hombres y aún no define su nómina para la Copa, admite la preocupación a pesar de que ya advirtió que el torneo será mera preparación para la gran competencia que es la eliminatoria hacia el Mundial de Brasil 2014.
Perú no va a un Mundial desde España 1982.|