El ex presidente de Barcelona Joan Laporta negó que haya usado al club para negocios particulares y afirmó en cambio que su sucesor, Sandro Rosell, está siendo investigado en Brasil por supuesto fraude fiscal.
Laporta relativizó la cifra de 10 millones de euros que, según declaró ante la justicia, ganó a través de su despacho de abogados por asesorar al magnate uzbeko Miradil Djalalov cuando era presidente del club catalán.
“Ni el Bar!a ni la paz social del barcelonismo están por encima de mi dignidad, de la dignidad del apellido que llevan mis hijos; no acepto que se ensucie mi honor con maniobras indecentes articuladas contra mi persona”, insistió Laporta.
“Pienso llegar hasta el final para explicar la verdad…Por eso, como ya anuncié, emprenderé las acciones legales correspondientes contra quien atente contra mi honor” , siguió Laporta, en un extenso artículo con su firma en El País.
“Se equivocan si algunos piensan que atacando a mi honestidad conseguirán hacer olvidar que el ex presidente (José Luis) Núñez ha sido condenado a seis años de cárcel por una trama de delitos económicos o que el presidente Rosell está siendo investigado por casos de corrupción, fraude fiscal, soborno y blanqueo de dinero en Brasil (casos de los que se han hecho eco las revistas económicas más importantes del mundo, como The Economist, pero que han sido ocultados por la prensa amiga). Yerran en la estrategia de repetir una mentira para cambiar la verdad”, afirmó.