Francia, con Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé como referentes, sufrió un duro golpe este jueves 20 de marzo en Split al caer 2-0 ante una Croacia comandada por los experimentados Luka Modric e Ivan Perisic.
Ahora, la Selección de Francia deberá buscar una remontada en Saint-Denis si quiere avanzar a las semifinales de la Nations League. La revancha se jugará dentro de tres días, el domingo 23 de marzo.
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Mbappé y Francia contra las cuerdas
Kramaric falló un penalti en el 8, pero los croatas se rehicieron gracias a los tantos de Budimir (26) y Perisic (46). El tándem Mbappé y Dembélé -dos de los mejores anotadores de Europa- palideció ante la calidad y el sacrificio de Modric y compañía.
‘Les Bleus’ esperan lograr la remontada en su estadio fetiche de Saint-Denis, inspirándose en lo que hicieron en 2014. En aquel año, en un playoff para el Mundial de Brasil, ganaron 3-0 a Ucrania y remontaron así un 2-0 adverso en la ida.
Las dos selecciones finalistas en la Copa del Mundo de 2018, saldada con victoria francesa por 4-2, encararon el partido con intensidades opuestas.
Los croatas, quienes tienen en esta Nations League la última ocasión para que la generación dorada de Modric (39 años) y Perisic (36) levante su primer título internacional, ganaban los duelos, mientras que los franceses naufragaban de arriba a abajo, a pesar de su teórica superioridad física.
Los centrales franceses, Konaté y Saliba, junto al lateral barcelonista Koundé quedaron más de una vez en evidencia ante el fuego balcánico. Fruto de la desconcentración visitante, Konaté concedió un ingenuo penalti en el minuto 6, por una mano ante la presión de Budimir.
Croacia se hizo fuerte de local
Kramaric lanzó la pena desde los once metros al centro, pero lo suficientemente flojo como para que Maignan lograse interponer sus piernas, aunque ya se hubiese lanzado a la derecha del arco.
El penalti errado no afectó el ánimo de los locales, como tampoco las dos ocasiones de Mbappé ante Livakovic. En el minuto 26, Perisic, de 36 años, dejó atrás a Koundé, 10 años más joven, y centró para el cabeceo de Budimir, quien anotó tras ganar la posición a Saliba.
El delantero del Osasuna (15 tantos en la Liga española) tuvo suerte en el rebote de su remate, pues acabó en las redes después de hacer un efecto extraño al golpear en el pecho de Maignan.
Francia seguía aturdida y sin plan. Dembélé, jugando por el centro como ‘falso 9’ -posición en la que ha marcado 22 goles durante este año-, no encontraba en la medular francesa socios de la calidad de Vitinha o Joao Neves, sus colegas en el PSG. Guendouzi, Tchouaméni, Rabiot se contentaban con achicar balones.
Tampoco Mbappé, escorado a la derecha, daba con la tecla. Mientras, el propio Perisic incidió en la herida francesa antes de marcharse a los vestuarios. Cazó un rechace y enganchó una volea imparable para el meta francés en un enésimo contraataque croata. El veterano extremo lo celebró casi inmutarse.
En la reanudación, el seleccionador francés, Didier Deschamps, sentó a Konaté, uno de los damnificados del naufragio defensivo, por Upamecano.
Más intensos que en el primer tiempo, los campeones del mundo de 1998 y 2018 tuvieron más presencia en el área, también beneficiados de la caída física de sus rivales.
El Confesionario – Gaby Vargas