Esteban Ávila Twitter: @estebanavila
- Escribo estas líneas antes de que Emelec se consagre como campeón. El título está en las mejores y más capacitadas manos, pues el cuadro azul fue el que mejor intentó salir del pobre nivel que destaca al Campeonato Nacional.
- Este título tiene una significativa participación de Gustavo Quinteros. Más allá de la prédica, el técnico de Emelec enfocó a su equipo a romper una historia que ya venía siendo pesada (la del tri vicecampeonato) y salió bien parado. Aparte, no es hombre de discursos ni demagogia.
- Un drama es la Católica. ¿Dónde estarán los despistados coleguitas que se relamían con la novelería de postular al título a un equipo que, con las justas, puede parar once jugadores medianamente competentes? A estas alturas, quienes estamos en el fútbol ya sabemos que en Ecuador hay espacio para cuatro equipos dominantes (Barcelona, El Nacional, Emelec y Liga) y la ocasional aparición de un quinto animador (D. Quito, Olmedo, D. Cuenca). El resto, son, han sido y serán actores de reparto.
- Después de su desafortunada opinión sobre Macará, Jorge Célico fue fulminado por el karma. Que quede la lección para cualquier otro: nuestro nivel local es tan mediocre que nadie se encuentra ni moral ni profesionalmente capacitado para denostar o despreciar a un rival.
- Una vez más quedó confirmado que Aucas es una suerte de Afganistán futbolística. ¡Qué manía autodestructiva que tienen los dirigentes de hoy y siempre de este club!