El DT argentino Luis Soler hace un repaso de sus 17 meses al frente del proyecto del Deportivo Cuenca. Sugiere más espacio para juveniles en otros clubes.
HOJA DE VIDA
Luis Gustavo Soler nació el 9 de junio de 1951 en Buenos Aires, Argentina. Tiene dos hijos: Romina (34 años) y Rodrigo (32).
Como futbolista vistió los colores de Vélez, Newell’s, Banfield… Emigró a España y actuó en Sevilla y Recreativo de Huelva.
Tiene 32 años de experiencia como entrenador de fútbol. En el exterior dirigió al club paraguayo Guaraní y al español Cádiz.
Usted llegó al Deportivo Cuenca en junio del 2010 para liderar un proyecto deportivo. ¿Qué se ha hecho en estos 17 meses?
Los primeros seis meses nos sirvieron para conocer al plantel, al club. Luego analizamos la cantidad de jóvenes talentosos que existían en la cantera. De allí empezamos a incluirlos en el primer equipo, independientemente de la reglamentación que nos obligaba a poner uno en cancha. Después pusimos dos, tres y cuatro. En diciembre del 2010 dejamos libres a 14 jugadores y trajimos algunos futbolistas jóvenes que se pudieran quedar por más de un año. Así armamos un plantel con un promedio de 23 años.
¿Qué falta ahora?
Seguir mejorando. Promover talentos en la medida que sacamos jugadores juveniles para el primer plantel. En la actualidad se hace una captación de talentos con jugadores de 14 a 18 años y otro grupo con menores de 14 años.
Comparte el criterio de que los jóvenes ganan partidos y los experimentados campeonatos.
Es una gran verdad. Nosotros buscamos que los chicos se consoliden en la primera categoría, que sumen cotejos, experiencia y así podemos pelear un campeonato o una Copa Libertadores. Andrés López, con 18 años, tiene 52 partidos seguidos en la Serie A. Luego están Juan José Govea, Roberto Valarezo y John Narváez. En el mismo camino están David Matute, Jorge Cuesta. La experiencia les ayudará a manejar mejor los cotejos y a rendir más.
¿Qué tan difícil es para un joven asimilar los sistemas de juego?
No es tan difícil. Ellos asimilan en la medida que se entrenan. Máximo Villafañe (argentino) es el técnico del selectivo (reserva) y nos ayuda en ese aspecto. La forma de entrenamiento del equipo de primera es la misma para los del selectivo. El próximo año se hará igual con los conjuntos de las categorías Sub 16 y 18. La idea es armar un proyecto integral, incluida la escuela de fútbol. Para eso se requiere tiempo, hablamos de un proyecto de tres a cinco años. La directiva está de acuerdo y nos apoya. El club se está consolidando económica e institucionalmente y despegará en unos tres años.
¿Se paga derecho de piso?
Estamos pagando derecho de piso, conscientemente, sabiendo que es bueno para los jugadores y para el club. Eso nos ayuda a tener más paciencia con los juveniles, a que la gente nos soporte y a partir de allí seguir construyendo este proyecto ambicioso.
¿El proyecto es parecido a los de Argentina y España, países en donde también trabajó?
Los proyectos de argentinos como Vélez Sarsfield, Lanús, Argentinos Juniors son parecidos al nuestro y en los cuales he participado. Lo de Vélez es un proceso de 10 años, igual de Lanús. Esos equipos están peleando los primeros puestos, pero les costó años. En España es distinto, el mejor proyecto de cantera lo tiene Barcelona.
¿La exigencia de resultados a corto plazo no permite la participación de más jóvenes en otros equipos profesionales del país?
Liga de Quito, Barcelona, Deportivo Quito, Emelec tienen otros objetivos, más obligaciones. Pero sería importante que todos los clubes ecuatorianos den más espacio a los juveniles porque son quienes garantizan el futuro y consolidan un proyecto.
Independiente del Valle es otro club ecuatoriano que ha hecho actuar hasta cinco juveniles.
Nosotros hemos puesto seis, pero no pasa por eso. El proyecto del Independiente del Valle es más económico, porque lo toman como un negocio. El Cuenca vende para pagar las deudas y a partir de eso es un equipo de la ciudad, que tiene arraigo, hinchada.
En Deportivo Cuenca hay jugadores juveniles que ya están en la mira de otros clubes. ¿Se considerarán intransferibles?
Hablé con el presidente del club, Julio León y él sostiene que para cubrir las deudas y el presupuesto del 2012 se tratará de vender los derechos deportivos de un jugador. A partir de esa venta todo lo demás será reinversión en más juveniles e infraestructura. Este año el plantel de 24 jugadores tuvo a ocho juveniles y seis Sub 23.
Usted tiene un punto a favor con relación a otros técnicos. Su permanencia no depende de los resultados inmediatos.
Es verdad. En el 2010 perdimos cuatro partidos seguidos y nunca se habló de otra cosa sino del crecimiento del proyecto. En otros equipos pierdes tres o cuatro partidos y tienes que irte.
A propósito de resultados, un sector de la hinchada está en desacuerdo con la campaña de este año. ¿Cómo concienciarlos que el equipo está en construcción?
No estoy de acuerdo con ese criterio. Si bien la gente quiere ganar cosas importantes, lo que percibo del cuencano en general es un apoyo total al proyecto. Lógicamente habrá un porcentaje menor que quiera otra cosa.
Deportivo Cuenca jugó Copa Libertadores entre el 2005 y el 2010, con una interrupción en el 2007. Eso reclaman los hinchas.
Lo que buscamos es el éxito deportivo a través de la consolidación de un proyecto serio. Lo otro era pan para hoy, hambre para mañana. Hace dos años estuvo a punto de desaparecer.
¿Qué planes hay para el 2012?
Tenemos que fortalecer el plantel trayendo cuatro jugadores nacionales con recorrido en primera división; además reemplazar a Esteban Dreer y Facundo Imboden que se van, mejorar las canchas, el lugar de concentración.