En los pasillos de la residencia de los juveniles de El Nacional, el club en el que se formó Antonio Valencia, predominaba el silencio a la hora del inicio del partido del Manchester United. A las 13:45, la mayoría de los nuevos talentos descansaban en sus habitaciones.
En la residencia del equipo que ‘exportó’ al exterior a ‘Toño’ Valencia y a otros siete futbolistas entre el 2005 y el 2009 solo hay una pantalla de 32 pulgadas. Pero el artefacto no tenía señal de televisión por cable. Por ello, los prospectos, en pocas, ocasiones pueden ver a su ídolo en acción.
A las 13:45 de ayer esto no fue la excepción. Giuseppe Bautista, el delantero de 17 años quien ya ha actuado con el plantel de Primera, era uno de los animados en ver el juego de Valencia con el Manchester United ante el Schalke 04, por la semifinal de la Champions. Sin embargo, él se resignó a esperar hasta las 16:00 para ver al seleccionado ecuatoriano. A esa hora, se transmitía el juego en diferido por señal abierta.
Por ello, para ‘matar el tiempo’ antes del partido, Bautista llamó a algunos de sus compañeros. Entonces, se reunió con Carlos Quiñónez, Jair Plaza, Cristian Preciado, Mario Canga y Jairo Castillo, hermano del mediocampista Segundo Castillo. Los seis se juntaron en la sala y dialogaron con Guillermo Estévez, psicólogo del equipo y quien ayuda a supervisar la residencia.
Los jugadores salieron de las habitaciones que llevan nombres de ex jugadores del equipo como Christian Benítez, Pedro Quiñónez y , Christian Lara.
Ellos, sin embargo, aprecian en especial la habitación 26, que lleva el nombre del ‘Toño’ Valencia. El volante amazónico, quien ayer anotó un gol ante el Schalke 04, donó dinero para la construcción de la residencia.
En cambio, en la concentración del equipo de Primera, había un ambiente distinto. La mayoría de los jugadores dirigidos por el uruguayo Mario Saralegui observaron el partido de Valencia. Algunos miraron el cotejo en sus habitaciones. Solo Edmundo Zura, Steven Soto, Frickson Erazo y Christian Lara acudieron a la sala. Lara fue uno de los que más se emocionó con el gol de Valencia, según comentó. Ambos son amigos personales. Saralegui y sus asistentes, en cambio, permanecieron en sus habitaciones y solo salieron cerca de las 16:00.
A esa hora, el ex equipo de Valencia debía iniciar su entretenimiento vespertino.