Los jugadores del club argentino Arsenal fueron liberados y regresaron el jueves a su país tras enfrentarse con la policía al final de un partido de la Copa Libertadores de América en Belo Horizonte (sureste) , sede de la Copa Confederaciones en junio próximo y del Mundial de 2014.
El incidente es el último de una serie de episodios de violencia durante la Copa Libertadores de América.
Al término del partido que perdieron 5-2 ante el Atlético Mineiro de Ronaldinho Gaúcho, poco antes de la medianoche, varios jugadores del Arsenal se enfrentaron a patadas y puñetazos en la cancha con un grupo de policías militares.
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Los policías respondieron con palos y uno de ellos apuntó un arma contra los jugadores.
Según la prensa deportiva brasileña, los jugadores del equipo argentino agredieron también a un periodista y lanzaron después sillas y muebles en el vestuario.
Siete jugadores fueron acusados directamente de los altercados y llevados a una comisaría que se encuentra en el estadio, explicó a la AFP un portavoz de la policía en esa ciudad.
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“Los jugadores explicaron que querían tener una palabra con el referí (el árbitro), que fueron malinterpretados y que entonces hubo una reacción injustificada de la policía”, dijo a la AFP el cónsul argentino en Belo Horizonte, José Cafiero, que asistió al partido y permaneció toda la noche con los jugadores retenidos en el estadio.
El director de fútbol del Atlético Mineiro, Eduardo Maluf, señaló que hubo daños en el vestuario, en entrevista al canal Fox Sports divulgada por el sitio UOL. Pero el cónsul argentino lo niega.
“No tuvieron ni un poco de respeto y agredieron a una mujer”, agregó Maluf.
La coronel Claudia Romualdo, de la policía militar de Belo Horizonte, denunció que fue golpeada por un jugador de Arsenal en el pecho.
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El Arsenal fue multado, y los jugadores salieron con una advertencia válida por cinco años de que no pueden volver a implicarse en altercados, aunque pueden regresar libremente al país, explicó el cónsul.
La prensa brasileña dijo que la multa fue de unos USD 19 000 y que Atlético Mineiro prestó el dinero al Arsenal.
La policía confirmó que el caso fue saldado. “No hay procedimiento posterior: en el estadio hay una comisaría, también actúa la fiscalía, un juez, y se produce una decisión que salda el asunto”, dijo el portavoz.
Después de las cuatro de la madrugada los jugadores pudieron salir del estadio, y a las 09H05 locales salieron del país en el vuelo chárter en el que llegaron, rumbo a Buenos Aires, informó el cónsul.
“Este tipo de incidente aumenta los cuidados que debemos tener”, dijo a la AFP el especialista deportivo de la Fundación Getulio Vargas Pedro Trengrouse, consultor de la ONU para la Copa del Mundo, al reconocer que todo incidente es visto con lupa en Brasil porque el país será sede de los principales eventos deportivos de los próximos años.
El especialista destacó no obstante que “ por lo que observamos, los preparativos están siendo hechos con un padrón de calidad en la seguridad ” .
La Copa Libertadores ha sido escenario de otros incidentes este año.
En febrero, un boliviano de 14 años falleció en un estadio de Oruro, alcanzado por una bengala lanzada desde el sector donde se encontraba la hinchada del club brasileño Corinthians. Doce hinchas brasileños continúan presos en Bolivia.
La Confederación Sudamericana sancionó al Corinthians a jugar la Libertadores sin hinchas, un castigo considerado ejemplar, pero que finalmente solo se aplicó para un partido.
Días después, en otro juego de la Libertadores en Montevideo, barrabravas del argentino Vélez Sarsfield ocasionaron destrozos en dos palcos del Estadio Centenario tras el partido que ganaron 1-0 al uruguayo Peñarol.
A inicio de marzo, hinchas del Palmeiras agredieron a jugadores de su equipo en un aeropuerto de Buenos Aires, por su derrota 1-0 frente a Tigre. El portero Fernando Prass recibió tres puntos en la cabeza.
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El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, reclamó una mejora en la seguridad en los estadios de la región a fines del año pasado, tras los incidentes en la final de la Copa Sudamericana-2012 entre el brasileño Sao Paulo y el argentino Tigre, que denunció ser atacado en el vestuario en el entretiempo por agentes de seguridad del club brasileño.
“Estos incidentes deben ser una advertencia para los organizadores del Mundial (2014) y para todos los organizadores, de lo que pueda pasar”, señaló Blatter.