Con paciencia esperarán los jugadores del Deportivo Quito durante esta semana el pago de los sueldos atrasados.
En total son cuatro meses, pero la directiva azulgrana, ahora liderada por Fernando Mantilla, espera al menos cancelar la quincena que resta de febrero y la totalidad de marzo.
Así lo confirmó Wladimir Ortiz, gerente deportivo. El directivo evitó mencionar la cifra a la que ascienda las deudas con los jugadores, el cuerpo técnico, el personal de las categorías inferiores y personal administrativo.
Los chullas confían que con la llegada de Mantilla también las buenas noticias aparezcan.
Roberth Flores, mediocampista uruguayo, dijo en rueda de prensa desconocer a Mantilla, pero que hasta el momento tiene buenas referencias. El futbolista extranjero dijo estar cansado de las promesas y que solo espera que llegue la tranquilidad al equipo.
En cuanto a lo deportivo, el uruguayo mencionó que están ilusionados con clasificarse a la final del torneo local. Destacó que a pesar de los problemas económicos del equipo se ubiquen en el primer lugar de la tabla de posiciones.
Tras terminar la rueda de prensa, el técnico Rubén Darío Insúa continuó con el entrenamiento en la cancha del Complejo de Carcelén, ayer. El DT argentino dirigió a sus jugadores en el centro del gramado.
Lo hizo puesto su habitual gorra de lana para proteger su cuero cabelludo del sol. En el entrenamiento los chullas se dividieron en dos grupos. Solo Isaac Mina permaneció fuera.
Él estuvo sentado en el borde de la cancha sosteniendo una funda de hielo sobre su pierna derecha.
En la mitad de la práctica, a las 17:32, Insúa se acercó al graderío y dirigiéndose a Wladimir Ortiz le dijo: “Gordo, ¿ya hay billete?”. A lo que Ortiz contestó: “algo, algo”.
Ortiz mencionó ayer que llegó al complejo para conversar con los jugadores. Si el cronograma de entrenamiento no cambia a última hora, los chullas se concentran hoy para enfrentar su partido de mañana frente a Independiente, a las 19:45.