El júbilo estalló el mediodía de ayer entre las decenas de familiares y amigos de los 29 hinchas de Barcelona detenidos por la presunta agresión a un policía, el pasado 19 de mayo.
Como si se tratara de un triunfo del equipo, vestidos de color amarillo y con tambores, los amigos de los detenidos entonaron cánticos en los exteriores de la Corte de Justicia del Guayas, en el centro de Guayaquil.
Era el festejo tras escuchar que la Fiscalía no se oponía a que el juez Primero de Garantías Penales Enrique Rodríguez dispusiera sustituir la prisión preventiva por la libertad condicional.
La defensa de los 29 hinchas, había solicitado al magistrado la sustitución de la prisión preventiva al argumentar que los detenidos permanecían recluidos ilegalmente.
Los hinchas canarios fueron acusados de rebelión y atentado contra la seguridad, según la indagación previa abierta por la Fiscalía. Ayer, durante la audiencia, los seis abogados de los imputados insistieron en que la Fiscalía carecía de pruebas que inculparan a sus defendidos. Además, denunciaron que en las detenciones hubo maltratos. “Estos jóvenes fueron vejados, golpeados, y les echaron gases”, aseguró el abogado de un grupo de hinchas, Héctor Vanegas.
A las 12:40 el juez Rodríguez levantó la audiencia y dijo que notificará con su fallo a las partes en las próximas horas.
Édgar Argüello, abogado de otro grupo de hinchas, dijo que es probable que hoy la Dirección de la Penitenciaría del Litoral sea notificada con la carta de excarcelación. “Con ellos es posible que al mediodía (de hoy) ya salgan libres”, manifestó.
“Estamos contentos, sabíamos que había una injusticia. Dios no nos iba a fallar”, dijo emocionado el padre del hincha Carlos P. estudiante de segundo año de Medicina de la Universidad de Guayaquil. Sus padres llegaron a la Corte con fotos del joven de 18 años y banderines amarillos de Barcelona. Abajo proseguía el festejo de los aficionados.
El fiscal del caso Kléber Brito dijo que el proceso continuará para dar con los responsables de la agresión al policía agredido, quien ya fue dado de alta.