Juan Sebastián Verón, que el sábado ante Olimpo jugará su último partido como local antes de su retiro, envió hoy una carta a los hinchas de Estudiantes de La Plata en agradecimiento por todo “el cariño” que le dieron, sobre todo desde que retornó al fútbol argentino en junio 2006. “Va a ser un día muy especial. No soy de exteriorizar con nadie porque soy medio secón, así es mi personalidad. Pero puede pasar que cuando llegue el momento moquee como un nene“, dijo el capitán y emblema de Estudiantes.
En una carta pública recordó anécdotas de sus inicios, cuando gozaba de los privilegios de ser el hijo del ex futbolista Juan Ramón, “La Bruja“, uno de los máximos ídolos del club, y reiteró su intención de continuar trabajando para el “crecimiento” del club una vez que abandone la actividad, luego del encuentro de la última fecha ante Unión, en Santa Fe, en dos semanas.
En más de una oportunidad, Verón manifestó su deseo de ser presidente de Estudiantes aunque en esta ocasión no hizo referencia a eso sino más bien a su relación con el club. “Esta segunda etapa fue la confirmación de muchas cosas. Porque aunque ya había convivido en grupos ganadores, estos seis años demostraron que trabajando como corresponde se pueden lograr los objetivos que te propongas“, escribió Verón, que fue definido por el entrenador de la selección “albiceleste“, Alejandro Sabella, como “el jugador más preponderante de la historia del club“.
Verón debutó en Estudiantes en 1993, la temporada previa al descenso a la Segunda División. Fue una pieza muy importante en el equipo que logró el regreso a la máxima categoría siete fechas antes de la finalización del certamen. Luego pasó a Boca Juniors y saltó al fútbol europeo, donde jugó once años. En 2006 regresó a Estudiantes, el club de sus amores, con el que consiguió los torneos Apertura 2006 y 2010, y la Copa Libertadores 2009.
Además de agradecer al club, se refirió a su familia: “Fue el sostén desde mis inicios, sobre todo en los malos como el Mundial (de Japón y Corea) 2002. Siempre me acompañaron y me respaldaron en cada elección, sabiendo a veces los riesgos que se corren en el fútbol, porque nunca sabés lo que puede pasar“.