Cuatro años han pasado desde que una victoria en el Campeonato Panamericano de Karting permitió a José Brito inmiscuirse en las competencias automovilísticas.
El piloto, que en ese entonces tenía 8 años, participó por casualidad en aquel torneo y terminó ganándolo, a pesar de tener poca experiencia en los circuitos.
Brito había iniciado su trayectoria en el karting apenas un año antes por iniciativa de su padre Enrique, un apasionado este deporte.
“Él me llevaba de pequeño a ver las competencias en Yahuarcocha y me entusiasmé con la idea de correr”, asegura José.
El piloto, quien cursa el octavo grado en el Colegio Menor de Quito, sueña con llegar a la élite del automovilismo nacional e internacional, tras su paso exitoso en la monomarca BYD, este año.
En enero , cuando aún contaba con 12 años, se subió por primera vez a un bólido de carreras para participar en la competencia organizada por la Cati.
Su preparador Patricio Larrea y su padre fueron las personas que le incentivaron a tomar esta iniciativa. “Al principio mi esposa y yo estábamos un poco temerosos de lo que podía hacer José, ya que solamente contaba con 12 años y era un peligro considerable ponerlo al volante de un automóvil, pero viendo su talento decidimos apoyarlo”, afirma su progenitor.
Este año, el piloto se convirtió en la sensación del segmento ‘tuerca’, no solo por ser admitido a tan corta edad, sino por encarar las competencias con éxito, al ganar tres válidas de la monomarca, en una pista con pilotos experimentados como rivales.
El joven automovilista afirma que tuvo dificultades al pasar del go-kart hacia un automóvil.
No obstante, unas cuantas horas de práctica en el Autódromo Internacional de Yahuarcocha fueron suficientes para que el corredor se adaptara con facilidad al vehículo en pista.
Como todavía no puede manejar en la calle, Brito se ha visto obligado a practicar en un simulador que está instalado en el tercer piso de su casa.
El simulador semejante a la cabina interior de un vehículo le ha ayudado a mantenerse en forma para las carreras.
El fin de semana dedica la mayor parte de su tiempo a practicar con el automóvil BYD en la pista de Yahuarcocha.
Brito tiene que cumplir con sus obligaciones académicas. Él hizo un compromiso con sus padres, el cual consiste en hacer sus tareas y obtener buenas calificaciones.
El corredor reconoce que muy pocos compañeros de su clase saben que se dedica los fines de semana a competir.
Cuando no se dedica a los automóviles, la lectura es su principal pasatiempo. Las novelas de Rick Riordan son sus favoritas.
Su sueño es llegar a la Fórmula 1, aunque es consciente de los altos costos que eso significa.
Su proyección internacional, está ratificada con su participación en varios campeonatos de karting en países como Uruguay, México y Estados Unidos.
También tuvo la oportunidad de probarse en la Fórmula BMW en España, pero no consiguió reunir a tiempo los USD 10 000 que se requerían para la inscripción.
Su padre afirma que los costos por competir internacionalmente son muy altos y que estos han salido de su propio bolsillo, porque todavía no han encontrado un auspiciante para el corredor.
Patricio Larrea, piloto y preparador de automóviles, dice que Brito tiene posibilidades de convertirse en un corredor de élite.
Larrea dice que tras lo exhibido en la monomarca se han planteado la posibilidad de participar en la categoría más baja (1150 cm³) de la Copa Cati en 2012, además de sobresalir en competencias de karting internacionales.
En breve
El piloto ganó el Campeonato Panamericano de Karting en Uruguay. Este triunfo le permitió mostrar sus cualidades en pista.
Ha participado con frecuencia en campeonatos de karting en Brasil, Colombia, Uruguay, México y Estados Unidos. Planea probarse en competencias monomarca de otros países.
Ha sido campeón nacional de karting durante dos años consecutivos en las categorías Cadete y Minimax.
Participa en la monomarca BYD donde ha ganado en tres válidas y lidera el campeonato a falta de una carrera.