La Contraloría de Bogotá reveló hoy el aparente gasto injustificado de 1 919 millones de pesos (cerca de un millón de dólares) para la clausura del Mundial de Fútbol Sub-20 en la capital colombiana el 20 de agosto de 2011, informaron portavoces oficiales.
El contralor distrital, Mario Solano, advirtió que por las irregularidades en los contratos se iniciará un proceso judicial en contra del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), entidad encargada de la logística del evento, y su directora, Ana Camacho. “Encontramos contratos con extranjeros por 100 millones de pesos (cerca de 50 000 dólares) cuyo objeto era ‘destacar la riqueza étnica, histórica y cultural del pueblo colombiano”, aseguró Solano.
De acuerdo con el funcionario, los contratos evidencian la falta de planeación del IDRD, pues se firmaron sólo 45 días antes del desarrollo del evento. Para la Contraloría el caso más llamativo es el de la contratación de un campesino por 4 millones de pesos (unos 2.000 dólares) para que evitara la lluvia el día del cierre “con un ritual”.
A la clausura del mundial realizada en el estadio Nemesio Camacho El Campin de Bogotá, asistieron más de 40 000 espectadores, que disfrutaron de juegos pirotécnicos, bailes típicos y presentaciones de varios artistas colombianos.
Según el IDRD, el costo del espectáculo fue de 4 700 millones de pesos (cerca de 2,3 millones de dólares).