El Marsella y el Basilea derrotaron por 1-0 como anfitriones al Inter de Milán y al Bayern Munich, respectivamente, ayer, en los últimos partidos de octavos de final de ida de la Liga de Clubes Campeones de fútbol de Europa.
El gol de los marselleses lo logró en los descuentos el ghanés André Ayew (90+3). En el estadio del Vélodrome comenzó controlando el juego el Olympique. A la media hora de juego, en posición dudosa, sus delanteros fallaron un centro de tiro libre ante el arco del brasileño Julio César.
Pero, los italianos se dedicaron a jugar de una manera realista, buscando ofender y tratando de no complicarse en defensa. El uruguayo Diego Forlán aprovechó su condición de titular en punta y estuvo muy activo, buscando el gol que se le negó, pero estuvo cerca.
El guardameta local, Steve Mandanda, respondió bien, aunque casi ninguna de las incursiones de los ‘neroazzurri’ creó verdadero peligro. En la segunda parte los pupilos de Didier Deschamps salieron a buscar el gol y los de Claudio Ranieri a intentar contragolpear.
Los primeros jugaban más ordenados pero se mostraban estériles tras el pase o centro final. El colegiado turco Cuneyt Çakir mostró las primeras tarjetas amarillas al argentino Mauro Zárate y al serbio Dejan Stankovik por sendas faltas sobre los 60’.
Poco después sería el turno del rumano Cristian Chivu, todos los cartones fueron para los visitantes hasta el momento, aunque luego se animaría a mostrárselo a Suleyman Diawara. Después el fútbol comenzó a desdibujarse, Marsella atacaba, Inter defendía y lanzaba contras, pero todo esto sin gran estética, mientras los técnicos apenas rotaron el efectivo, salvo Deschamps ya sobre el final.
Pero, en los minutos de prórroga, el ghanés André Ayew cabeceó a las redes de la meta de Julio César un certero remate tras un córner que el mismo provocó, para la locura de los 35 000 espectadores presentes.
En Basilea, en el estadio St. Jakob Park el único gol del partido lo anotó Valentin Stocker en el minuto 86. Al comienzo atacaron un poco más los alemanes, pero poco a poco, apoyados por una buena defensa, los locales comenzaron a controlar un poco más el juego y se acercaron con peligro al arco de Manuel Neuer.
Pero, con el oficio de jugadores como Mario Gómez, el francés Franck Ribéry y el holandés Arjen Robben, el equipo bávaro creo situaciones peligrosas para el arquero Yann Sommer, que tuvo una brillante actuación.
Así, la primera parte finalizó con el marcador en blanco y fue un reflejo de lo aportado por cada una de las dos escuadras, aunque el Bayern fue más peligroso que su bisoño y sorprendente rival.
En el minuto 86 se desató la locura en Basilea, cuando Stocker, que había entrado por el otro Frei, Fabián, en el 67, cruzó un balón entre las piernas de Neuer tras un incisivo pase que la defensa alemana no pudo controlar y así poner el 1-0, que hace soñar.
Las revanchas se jugarán la próxima semana yMarsella y Basilea van con ventaja de un gol.