Inter de Milán jugará la final de la Liga de Campeones, donde se medirá al Bayern de Múnich. Ayer logró su clasificación pese a perder 1-0 en el campo del Barcelona, en la vuelta de las semifinales del torneo continental, dejando fuera al actual campeón de Europa.
El Barcelona, que arrasó en 2009 con seis títulos, quedó así en puertas de una segunda final de Champions consecutiva. Para el cuadro ‘culé’ esta final tenía un componente especial, al disputarse en el estadio de su rival histórico de la Liga española, el Santiago Bernabéu del Real Madrid.Por ello, la celebración del equipo italiano fue enorme. Ayer tras la finalización del partido, los jugadores se abrazaron en la cancha. También festejó su técnico José Mourinho, quien corrió a la cancha y levantó los brazos al frente de la hinchada barcelonista. El DT portugués es muy resistido en Cataluña, pese a que hace algunos años fue asistente técnico del Barcelona.
Los catalanes salieron desde el inicio dispuestos a intentar llevarse el partido poniendo cerco a la portería del Inter defendida por Julio César. El Barcelona necesitaba dos goles para clasificarse, pero solo pudo lograr uno.
Los azulgranas tuvieron que esperar hasta el minuto 83 para que Gerard Piqué marcara el único tanto, pero este no alcanzó.
El Inter, que jugó prácticamente 70 minutos con 10 jugadores por la expulsión del brasileño Thiago Motta, se defendió bien y jamás dio tregua a su adversario.
El delantero canterano azulgrana Pedro fue el hombre más dinámico de su equipo . Desde el primer tiempo fue el delantero más incisivo . Probó la seguridad de Julio César, a los 3’ y 23’.
El equipo italiano intentó en contadas ocasiones salir de su campo con el balón controlado, recurriendo principalmente a los pases largos y a tratar de sorprender con contraataques.
El Inter llegó a acumular hasta ocho hombres en defensa y su táctica defensiva a ultranza funcionó. Los italianos prácticamente renunciaron al ataque y apenas pusieron en peligro la portería defendida por Víctor Valdés.
El Barcelona sufrió, al igual que en la ida, la escasa presencia de su joven delantero argentino Leo Messi. El ‘Pulga’ estuvo muy apagado pese a contar con algunas de las mejores ocasiones del partido como un tiro desde la frontal del área que sacó con dificultades Julio César (32) .
En los últimos minutos, el cuadro local intentó aumentar el marcador pero no pudo. Al final, pese a la derrota, los jugadores italianos salieron felices del Camp Nou. En la final se encontrarán con el Bayern, que el martes eliminó al Olympique Lyon con un marcador global de 4-0.