El ex policía inglés Howard Webb arbitrará la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010 entre España y Holanda, según informó ayer la FIFA en Johannesburgo.
El réferi, cauto con las innovaciones en el balompié, es el mismo que dirigió la única derrota de los peninsulares en el torneo, el sorpresivo 1-0 ante Suiza, en la primera fase (grupo H).
Webb, un hombre que saca unas cinco tarjetas rojas promedio por año, fue también quien pitó la final de la Liga de Campeones de Europa, duelo en el que estuvo también el holandés Wesley Snjeider. “Sería un gran honor estar en la final”, comentó el propio árbitro, antes de su designación.
Webb, quien admitió que los yerros que comete en los partidos lo dejan ‘devastado’ por días, es considerado uno de los mejores árbitros del mundo, a sus 39 años. Ha dirigido dos partidos en el Mundial y también participó en la Liga de Campeones, en la Liga Inglesa, en la UEFA y en la Copa Confederaciones del año pasado.
Su secreto, según admitió, es su equipo de trabajo, con el cual dice tener un vínculo casi telepático.
El fútbol para Webb es una tradición familiar. Su abuelo fue jugador profesional y su padre, árbitro regional.
Mientras tanto, el mexicano Benito Archundia fue el elegido para dictar sentencia en el choque de mañana por el tercer puesto, entre Uruguay y Alemania.
El mexicano Archundia es uno de los jueces más experimentados de la FIFA. Árbitro profesional desde 1985, abogado, economista y locutor de radio, comparte con el argentino Horacio Elizondo el récord de cinco partidos dirigidos en un Mundial.