Después de un viaje por tierra de 14 horas desdeHuaquillas, Aarón Adaílton Quiñónez llegó al cantón Rumiñahui para probarse en las divisiones inferiores de Independiente José Terán.
El jugador de 16 años sueña con ser futbolista y espera una oportunidad para quedarse en el club de Sangolquí, de la Serie A.
No todos los chicos que se vienen a probarse al club tienen la oportunidad de quedarse. Muchos de ellos solo tienen una semana para demostrar al cuerpo técnico que son futbolistas aptos para jugar en las inferiores.
Los que obtienen el visto bueno de los entrenadores se quedarán a vivir con el resto de jugadores en el Centro de Alto Rendimiento de Independiente, ubicado a pocos minutos de Sangolquí.
Quienes pasan la prueba, aún mantienen una serie de responsabilidades para con el cuadro. Esto significa que deben cumplir con una serie de reglamentos y normas básicas, hasta que lleguen a un nivel profesional.
El Complejo del Independiente es el hogar de 80 prospectos entre 12 y 18 años que aspiran a ser futbolistas profesionales.
Juan Ferigra es el encargado, desde hace tres años, de coordinar y gestionar las necesidades de los adolescentes que viven en las instalaciones del Independiente. Como tutor tiene la misión de que el Complejo se convierta en un ‘segundo hogar’ de los futbolistas.
“El oficio es como el de un inspector dentro del colegio. Se debe controlar la disciplina, el aseo de las habitaciones, que los chicos vayan a clases… reglas básicas a las cuales los muchachos deben adaptarse”, afirma el tutor.
Ferigra se encarga de velar por el bienestar de los adolescentes de la Sub 16 y Sub 18 y unos pocos jugadores de la Reserva.
Cuenta que al principio le fue un poco complicado adaptarse a los cambios. Él vive junto a su esposa y su hijo de 12 años en las instalaciones del club y trabaja todos los días de la semana.
Desde temprano comienza su jornada laboral coordinando con el cuerpo técnico los horarios de entrenamiento, descanso, alimentación y educación . Mantiene una disciplina innegociable con los permisos y la salidas.
“La cuestión es no ser muy estricto y tampoco darles toda la libertad. Cuando uno se gana la confianza de los chicos es fácil hablarles y conocer los problemas por los que pasan”, asegura el tutor de los juveniles.
Independiente apuesta por el desarrollo integral de los jóvenes. Esto significa que el equipo está encargado no solo en contribuir a la formación del futbolista, sino también en mejorar las condiciones de vida de jóvenes, que en muchos casos provienen de sectores marginales del Ecuador.
Para Ferigra, esta adaptación es rápida debido a que existen personas de su edad con las que pueden compartir y los adolescentes trabajan duro para obtener un mejor futuro a través del fútbol.
Este proceso organizado en las divisiones inferiores ha tenido éxito en los últimos tres años. Independiente José Terán es tricampeón en la Sub 16 y bicampeón en la Sub 18. Es una cantera de futuras estrellas.
Para Henry León, entrenador de la Sub 16, los triunfos obedecen a un eficiente trabajo en la formación de los juveniles.
“En el fútbol, hay que tener personalidad y carácter. En mi caso como entrenador coordino con el tutor y los dirigentes para no descuidar el bienestar de los jugadores mientras están en el club”, afirma el entrenador.
En breve
Los jugadores juveniles de Independiente del Valle mantienen un férrea disciplina. Deben asistir a clases y respetar los horarios de entrada y salida.
Todos los adolescentes tienen una remuneración económica. Muchos jugadores ayudan económicamente a sus familias desde su estancia en el centro.
El club tiene como objetivo implementar un colegio orientado a los jugadores del club. En la actualidad hay cinco profesores que enseñan a los futbolistas.