Independiente del Valle venció 3-0 a El Nacional, anoche en el Estadio Rumiñahui de Sangolquí. El partido, válido por la tercera fecha, tuvo dos momentos, uno para cada elenco.
En la primera etapa, los visitantes dominaron, pero no lograron convertir. Por el contrario, en la segunda mitad, los locales salieron decididos. El primer tanto llegó a los 52 minutos, cuando el argentino Lucas Concistre convirtió con la pierna derecha. Luego, a los 68, Vinicio Angulo anotó el 2-0 con un golpe de cabeza. El último tanto se selló a los 90’.
Los criollos empezaron mejor el cotejo, adueñándose del balón y buscando el arco rival por todos los costados de la cancha, que anoche estuvo mojada por la lluvia que no cesó. El control de la pelota permitió que los ‘puros criollos’ generaran más jugadas de ataque en el área rival.
A pesar de aquello, no lograron superar al golero paraguayo Daniel Azcona, quien se mostró seguro y no otorgó rebotes.
La buena actuación del guardameta se complementó con el desempeño de los zagueros, sobre todo de los centrales. El experimentado Édgar Balbuena, quien incluso ha sido seleccionado paraguayo, se entendió bien con el juvenil Fernando León.
Entre los dos consiguieron frenar la potencia y la habilidad de los atacantes criollos, sobre todo, de Juan Luis Anangonó.
En la segunda etapa, los futbolistas del Independiente, dirigidos por el DT Carlos Sevilla, salieron decididos a buscar la victoria. Después del gol de Concistre, en El Nacional se realizaron dos cambios. El DT Mario Saralegui mandó al campo de juego a Juan José Govea y a Marcos Caicedo, quienes reemplazaron a Franklin Guerra y Paúl Minda.
De poco sirvieron las variantes. Cuando los locales ya ganaban 2-0 y dominaban sobre la cancha mojada, Anangonó fue expulsado. El corpulento delantero criollo cometió una falta fuerte y golpeó a León, quien quedó adolorido en el césped. El árbitro Roberto Alman no dudó y le exhibió la tarjeta roja.
El equipo de Sangolquí sumó seis puntos. Los criollos se quedaron con dos puntos. Antes de que finalizara el cotejo, desde el graderío que ocuparon los hinchas visitantes se arrojaron botellas al campo de juego.