Los uruguayos ayer se despojaron de las chompas gruesas, las bufandas y los sacos de lana. El viento dejó de soplar fuerte en Montevideo, la capital de Uruguay, y apareció un clima más cálido antes del partido entre la ‘Celeste’ y la Tricolor.
Los días previos se veía a las personas con muchas protecciones para evitar el frío en las principales calles de la capital uruguaya. Pero ayer lucían, en su gran mayoría, camisetas -sobre todo- celestes. Había un ambiente festivo. No solo por el clima. Es que los charrúas ayer volvieron a ver a jugar a la Selección del ‘Maestro’Óscar Tabárez y de los delante-ros Diego Forlán, Edinson Cavani y ‘Luisito’ Suárez.
Por eso, unas cuatro horas antes del encuentro de eliminatorias, los aficionados de la Selección sudamericana se apostaron en la calle Américo Ricaldone, la principal vía que está junto al estadio Centenario. En este sector, también hubo comerciantes que ofrecieron pitos, bufandas, camisetas y banderas del equipo que recientemente ganó la Copa América y tuvo una destacada actuación en el Mundial de Sudáfrica.
Las casacas del equipo se vendieron a 400 pesos (USD 20, según el cambio de moneda de ayer). En tanto, el precio de las banderas varió desde los 150 hasta los 5 000 pesos.
Édgar Melo, por ejemplo, llegó con su compañera Miriam Silvera. Ingresó al sector de tribuna. A esa hora, el estadio tenía pocos aficionados en su interior. En la hinchada local había optimismo por ver a un equipo mejorado, tras la derrota de 4-0 ante Colombia, el viernes pasado, en Barranquilla.
El mismo optimismo apareció entre el reducido número de aficionados de Ecuador. Aproximadamente unos 400 ecuatorianos llegaron al estadio un cuarto hora antes del cotejo premundialista. Algunos llegaron en ‘tours’ programados desde Ecuador. Por ejemplo, el sábado arribaron 25 personas de una empresa privada que costeó sus gastos.
Ellos se hospedaron en el Hotel Holiday Inn, en el centro de la ciudad sudamericana. A las 15:00 salieron de ese sitio y ‘armaron’ una fiesta cuando arribaron al estadio. Algunos de ellos fueron Pedro Pablo Perlaza, hijo del ‘Papi’ Perlaza, ex futbolista ecuatoriano y formador de Antonio Valencia, quien ayer jugó con la Tricolor. Entre ellos también estuvo Manuel Loor, el ‘Rey de la cascarita’, quien recorre las ciudades sudamericanas acompañando a la Selección en las eliminatorias.
Ellos formaron una ‘mancha’ tricolor en el estadio de capacidad para 60 000 personas. El escenario no se llenó por la hora del partido. “La televisión lo programó muy temprano. A esta hora la gente está recién en sus trabajos”, explicó Alonso Tomás, un taxista que no acudió al estadio y que se conformó con escuchar el partido a través de la radio mientras transitaba la ciudad en su bólido.