Unos 50 hinchas de Palmeiras generaron el sábado un tumulto en la sede social del club, en Sao Paulo, cuando ingresaron al lugar para reclamar a los dirigentes por el pésimo rendimiento del equipo en el Campeonato Brasileño de fútbol, en el que está seriamente amenazado de caer a segunda división.
Según informó el portal GloboEsporte, los “torcedores” -algunos de los cuales lucían la camiseta de una de las “barras bravas”-, discutieron en voz alta con dirigentes y consejeros, dando inicio a un tumulto que se agravó cuando uno de ellos dejó caer un arma de fuego. La policía tuvo que ser llamada para controlar la situación y el incidente no pasó a mayores.
El episodio se suma a uno similar ocurrido el viernes en el mismo lugar, cuando consejeros de diferentes sectores políticos del club protagonizaron una discusión que terminó en empujones, agresiones físicas y sillas volando por los aires.
El mismo viernes, el muro de la sede del club amaneció pintado con un enorme grafitti en color verde, el color del club, en el que se pudo leer el sentimiento que embarga a la “torcida” del “Verdao”: Vergüenza.
Según GloboEsporte, fuentes del club dijeron que las reuniones de camaradería entre consejeros de distintas listas son habituales, y evaluaron que el incidente del viernes fue ocasionado porque los ánimos estaban al rojo vivo tras la derrota por 1-0 sufrida el jueves por el “Verdao” ante Coritiba, en la vigésimo novena fecha del “Brasileirao”.
El nuevo tropiezo, que tuvo lugar cuando restan sólo nueve fechas para el término de la principal competición nacional, mantiene al equipo en el antepenúltimo lugar de la tabla con sólo 26 puntos, nueve menos que el primero colocado fuera de la zona del descenso. En lo que será una de sus últimas oportunidades de escapar de la caída a la “B”, el “Verdao” se medirá el domingo ante Náutico, en la trigésimo fecha del torneo.