El técnico Juan Manuel Llop habla sobre el momento futbolístico de su equipo. Se refiere, además, a su relación con la dirigencia y con sus jugadores.
Usted ha mantenido el mismo discurso desde que asumió la dirección técnica de Barcelona. Siempre dice que su equipo juega bien y que trabaja para mejorar. ¿Pero lo que dice no se refleja en el campo de juego?
Me he dado cuenta que al hincha le gusta escuchar falacias. A mí no me gusta mentirles ni utilizar verborreas. Por eso nunca, durante los 15 meses que tengo en el club, he prometido quedar campeón. Pero eso no quiere decir que no quiera ganar el título. Todos los entrenadores queremos salir campeones, pero a mí no me gusta andar repitiéndolo públicamente porque ese no es mi estilo.
¿Acepta que en ocasiones, principalmente después de los partidos, le ha faltado reconocer el mal funcionamiento colectivo e individual de su equipo?Mal funcionamiento no hubo nunca. No hay un equipo en el país que juegue mejor que Barcelona y las estadísticas son claras para ratificar lo que digo: de 34 partidos jugados hemos ganado 20, empatado ocho y perdido seis. En el 2009, en 34 cotejos, sumamos 42 puntos. Este año, en 31 partidos, hemos sumado 62 unidades. Eso refleja que el equipo está mejorando.
Pero las estadísticas no siempre son el resultado de un buen funcionamiento. Hay partidos que se gana sin jugar bien y la realidad es que Barcelona es el mismo equipo lento, sin ideas y sin sorpresa del 2009.
(Silencio de pocos segundos) Por momentos parecería que practicamos un juego poco vistoso y lento, pero así es como intentamos armar las jugadas para llegar al arco rival. Tratamos de utilizar todo el ancho de la cancha y mantener la calma cuando tenemos la pelota. No nos dejamos llevar por los impulsos de la hinchada. Esa es nuestra forma de jugar y no la vamos a cambiar, porque los hinchas quieren o porque no están de acuerdo. El objetivo es sumar todos los puntos posibles y para eso hay caminos y estoy seguro de que vamos por el indicado.
¿Por qué durante estos 15 meses no ha logrado darle una identidad de juego a su equipo?
Eso no es cierto, el equipo tiene identidad, orden y practicidad. Eso lo hemos consolidado en este segundo semestre del año. Desde el inicio de la temporada se le dio esa identidad con el sistema 4-3-3 que escogimos y para eso contratamos a los jugadores que están en el grupo. Si no hubiera podido darle una identidad a este equipo, durante este tiempo, ya no seguiría aquí.
¿Cuánto tiene que ver el director deportivo, Ángel Gómez, en las decisiones técnicas?
Nada. A inicios de año se dijo que él era quien dirigía al equipo, pero nada de eso es cierto. Alguien por ahí dijo que yo era un maniquí porque toda la planificación táctica la hacía (Ángel) Gómez, pero eso es mentira. El día en que yo no me sienta independiente para tomar mis propias decisiones, me voy. Con él tenemos una relación muy buena. Él se encarga de coordinar algunas cosas del equipo, pero toda la planificación deportiva la hago yo.
La tensión es evidente en los directivos, jugadores y cuerpo técnico, ¿cómo está la relación con el presidente Eduardo Maruri?Excelente, somos muy buenos amigos todos. Tenemos un grupo de trabajo sólido y comprometido por lograr el primer lugar en esta etapa y así acceder a la final del torneo. Tenemos un microclima de trabajo muy bueno.
¿Y con los jugadores? ¿Se lleva bien con Pablo Palacios, quien lo criticó a finales del 2009 e incluso lo responsabilizó por su lesión en una de sus rodillas?
Con Pablo conversamos constantemente y él ha entendido que si juega es porque está recuperando su nivel futbolístico. La presencia de él y del resto de jugadores en la cancha está supeditada al rendimiento. Nunca hubo un roce con el jugador. Cuando él salió a decir lo que dijo hablamos y aclaramos las cosas. Él no estaba en su mejor nivel y por eso no jugaba.
¿Qué le impidió ser primero a Barcelona en la fase inicial?
Básicamente que no le pudimos ganar a Emelec y a Liga de Quito.
¿Y cree que con el bajo rendimiento de los extranjeros, a excepción de Matías Oyola, podrá llegar a la final?
No tenemos un plantel totalmente maduro y eso es el resultado de una austeridad económica que es inne-gable. El nivel de Ricardo Noir ha evolucionado favorablemente. Juan (Samudio) ha sido irregular desde que llegó al equipo y Cristian Sánchez aún no termina de adaptarse al grupo y al fútbol ecuatoriano.
¿Y por qué insiste en alinear a Luis Bolaños si hasta el momento no ha marcado la diferencia?
Él es un gran jugador. La hinchada lo critica porque está sintiendo el peso de los 13 años sin título. La vorágine ha devorado a Barcelona en los últimos años y eso ha provocado equivocaciones. El club está rodeado de pesimismo y de gente que conspira en su contra y eso a veces es reproducido por los medios de comunicación. La hinchada de Barcelona es pesimista.