Ellos hicieron vibrar el estadio con sus gritos
Se pintaron de tricolor. Cuatro aficionados ecuatorianos se dibujaron el nombre de la Tricolor en el tórax, en señal de apoyo, en el Atahualpa.
Fue una fiesta amarilla, azul y roja. Desde las 06:30 de ayer, el ambiente a eliminatorias empezó a respirarse. Algunos carros se instalaron en las afueras del estadio Olímpico Atahualpa y luego de pocas horas, los hinchas empezaron a acudir en busca de las entradas que sobraban.
Al mediodía, las avenidas cerradas provocaron un tráfico pesado, el sol se volvió intenso, los vendedores ambulantes ofrecían accesorios de la Tri y los cánticos se escuchaban desde las afueras.
Una vez adentro, la fiesta se encendió. A diferencia del partido con Paraguay, esta vez los tricolores lucieron más emocionados. Cantaron con euforia el himno de Ecuador y celebraron cada gol como si fuese el de la clasificación al Mundial de Brasil. A la salida propagaron su alegría, saltaron, se abrazaron y rieron, pues el fútbol les dio un martes de celebración.