Cada 15 ó 20 minutos, Luis Antonio Valencia Pata llamaba a su hija, Yazmina, para preguntar sobre el desempeño de AntonioValencia y el marcador entre el Manchester United y el club alemán Schalke 04.
El papá del volante ecuatoriano no pudo observar ayer el cotejo de las semifinales de la Liga de Campeones por su trabajo. Él posee en Quito una distribuidora de pollos. “Su labor le impide ver el partido, pero siempre está pendiente”, refirió Yazmina, la hermana menor de ‘Toño’. Ella miró el partido en su casa junto con su sobrino, Jhanior Espinoza, de 12 años.
Teresa Mosquera, madre de Antonio Valencia, prefirió quedarse encerrada en su habitación, en el segundo piso de su casa, ubicada en el sector de Carcelén.
“Ella es muy recelosa, mirará el partido en diferido cuando lo transmita el canal RTS”, justificó, entre risas, Yazmina.
Diez minutos antes de que empezara el encuentro, la menor de los Valencia y Jhanior estuvieron cómodamente instalados en los muebles de color crema frente al televisor LG Cinemaster, de 29 pulgadas, fijado en una repisa de madera. Sobre esta, una pequeña bandera de Ecuador y una camiseta a escala de la Tri dieron un toque futbolístico al ambiente.
En el comedor, junto a la sala, fotos de ‘Toño’ , con la camiseta de la Selección, y de Éder Valencia, quien militó en el Olmedo y hoy defiende al Independiente del Valle, completaron la decoración. Sus otros hermanos son: Alfredo, Eugenio y Freddy Valencia.
Durante el partido, Yazmina siempre se mostró serena. Su sobrino, en cambio, fue expresivo y contó que deseaba vestir la camiseta del Manchester United. “Dentro de 15 años cumpliré mi objetivo”, aseguró el pequeño.
En esa misma sala, el chico fue testigo de la terrible lesión que sufrió Valencia en la fase de grupos de la Liga de Campeones, el 14 de septiembre del año pasado. “Fue feo, mi abuelita se asustó mucho, quizá por eso prefiere ya no ver los partidos en vivo”, explicó Jhanior, quien está en una escuela de fútbol cerca del domicilio.
“Mi hermano sí decía que temía volver a la cancha. Desde aquí lo animamos a que no tuviera miedo, pero lo decíamos más temerosos que él. Ahora está en perfectas condiciones”, dijo Yazmina.
Sus dedos no dejaron de aplastar las teclas de su teléfono BlackBerry durante los 90 minutos de juego. Conversa poco con amigos, explicó, pero sus primos siempre están atentos de lo que hace el mediocampista.
“Cuando mi tío meta gol, hay que poner buena cara para que salga bien la foto”, dijo Jhanior, al fotógrafo de este Diario, lo que también desató una carcajada en Yazmina. El niño saltó eufórico en ambos goles. Yazmina levantó los brazos y dijo: “Ese es mi moreno”, cuando las cámaras enfocaron a su hermano.
Por teléfono, ella contó la noticia a su padre y reveló que ‘Toño’ tiene el nombre de su hija, Domenick, tatuado en el brazo derecho. En el izquierdo, una cruz, y en el pecho lleva al Divino Niño.