Entrevista al técnico ecuatoriano Carlos Sevilla.
Independiente del Valle pasó sus dos primeros años en la Serie A penando para evitar el descenso. Este año, el equipo es, con la salvedad de Emelec, el que mejor fútbol ha mostrado en la primera rueda. ¿Qué cambio?
Los primeros años, el equipo estuvo en los últimos lugares porque estaba pagando el precio por llegar a la Serie A. Considero que en su momento la elección de los jugadores que debían seguir en el plantel a lo mejor no fue la más acorde con la filosofía de la institución. Eso no permitió que se desarrollara el plan que tenía trazado la directiva de Independiente.
Independiente siempre ha defendido su doctrina de trabajar con los más jóvenes antes que pensar en los títulos. Pero es posible que el equipo logre un cupo para un torneo internacional…
La estructura está marcada por una dirigencia que trabaja con objetivos claros. El cuerpo técnico interpreta esa filosofía y la aplica en el campo de juego. Cumplimos con algunos parámetros como, por ejemplo, tratar de enriquecer a los jugadores que vienen de las divisiones menores para que se constituyan en la base del equipo.
Pero, ¿cuál es su prioridad personal: sacar jugadores u obtener un título? Usted es un entrenador con varios logros…
En el cuerpo técnico estamos apegados a la filosofía de sacar jugadores, formarlos y hacer que se eleve su rendimiento. Independiente tiene excelentes jugadores que encajan en las pretensiones del club, que es la de generar valores que nutran al fútbol nacional y también al internacional. Eso lo tenemos absolutamente claro. Ahora, para obtener buenos resultados y ser protagonistas, también hay que realizar un buen trabajo con los jugadores nacionales y extranjeros que refuerzan a esta joven plantilla.
Suponiendo que Independiente sigue con su buena racha y debe jugar un cotejo definitorio, ¿usted optaría por los juveniles o buscaría el resultado?
Acá la premisa no es ganar un título sino ser fiel a la filosofía. Además, si yo estoy tranquilo con los juveniles es porque han demostrado que pueden disputar tranquilamente un campeonato. En un momento así, yo seré honesto con mis jugadores que han venido actuando y con mis principios. Pero si llegamos a clasificarnos a la Copa Sudamericana, capital humano no faltará para afrontar el reto.
¿Usted ha perdido títulos por ser honesto con sus principios?
He perdido títulos por ser honesto. En algunos partidos yo no tenía conocimiento de ciertos entretelones y muchas veces, por creer en la lealtad de la gente, se me fueron algunos títulos. Hay gente dentro del fútbol que desea ganar un campeonato utilizando cualquier instrumento.
Estos cinco años han sido de los mejores de su carrera: fue campeón, ganó dos veces el cupo a la Libertadores, salvó a equipos de un descenso casi seguro y ahora se luce con un plantel prometedor. ¿Cuál es la receta?
A lo largo de mi carrera he tenido picos altos con distintos equipos aunque no se pudieron concretar todos los objetivos por distintas razones, a veces extradeportivas, a veces internas, a veces económicas… Incluso en un par de ocasiones los dirigentes me dejaron en claro que no era conveniente llegar a la Copa Libertadores porque los recursos financieros no daban para aquello. Pero siempre trato de estar arriba, de capacitarme constantemente, de estar atento a los acontecimientos del fútbol en el mundo.
Hay muchos entrenadores ecuatorianos que empezaron después de usted en el oficio y ya no están. Otros siguen luchando pero aún no llaman la atención con sus resultados. ¿Qué sucede con sus colegas nacionales?
Por lo que me he dado cuenta en estos años, hay una desesperación por dirigir en Primera. Segundo, salvo excepciones, tampoco hay interés por capacitarse, sobre todo afuera, donde existe apertura de distintos clubes e institutos. Y tercero, lo más importante, que muchos entrenadores quieren dirigir en Primera sin tener la personalidad ni el liderazgo que se requiere para ser técnico de fútbol.
¿Un técnico puede aprender a ser líder o eso es innato?
En mi caso fue innato. De niño hablaba dentro del campo de juego, lo mismo en el colegio y también cuando fui jugador profesional.
Polo Carrera sostiene que usted es el único entrenador ecuatoriano capacitado para hacerse cargo de la Selección. ¿Le interesa regresar a la Tricolor en caso de que Reinaldo Rueda falle en los siguientes cotejos?
Entre mis objetivos siempre estuvo llegar a la Selección. Considero que cuando estuve en la Tricolor (1999) hice un buen trabajo y, cuando debí salir, lo hice conforme con mi filosofía y ni honestidad. No me fui por asuntos futbolísticos. Yo había presentado un plan para jugar en determinado lugar pero alguien quiso influenciar para que no se respetara esa solicitud. Entonces yo preferí renunciar a la Selección que renunciar a mis principios. Yo no estaba para que me manipularan ni para beneficiar a nadie.
El tiempo ha pasado…
Sí, pero parte de esa dirigencia sigue activa, por lo que no me interesa volver a la Selección. A lo mejor después de algunos años podría darse una nueva oportunidad, pero al momento no tengo ningún interés en regresar.