A Emelec le dio el síndrome de Barcelona. Dominó todo el encuentro, pero no supo definir ante Liga de Quito. Los albos en la primera gran opción que tuvieron, en la segunda etapa, resolvieron el partido con el tanto del ingresado Joao Plata (1-0).
Hasta antes del gol, el mejor jugador de Liga de Quito había sido Ulises de la Cruz. El club quiteño corrió con suerte porque los azules gozaron de las mejores posibilidades, pero el delantero Marlon de Jesús no las concretó con sus erróneas decisiones.
Sin embargo, la actuación del ex seleccionado reflejó la realidad que vive la ‘U’ en el Campeonato. De la Cruz era la figura de los locales porque Emelec fue un equipo ambicioso, que dominó la posesión del balón y el zaguero de 38 años se empleó a fondo para contener al potente y joven De Jesús (21 años), el principal piloto de ataque eléctrico.
La otra realidad es que De la Cruz sigue siendo ese gran referente albo. Portó la cinta de capitán, en un equipo que sufre para someter a sus rivales como lo hizo solo hasta el año pasado.
El DT de Liga, Edgardo Bauza, ante las lesiones de Claudio Bieler, Édison Méndez, Ezequiel Luna, Norberto Araujo y Néicer Reasco, apeló a jóvenes talentos como Galo Corozo, José Cevallos y José Pabón. En la banca de suplentes también contó con tres jugadores Sub 20, entre los siete alternantes.
Esa angustia de no tener mayores variantes se reflejó en los cambios que implementó Bauza en la etapa complementaria. Entre ellos, el ingreso de Patricio Urrutia, un hombre identificado con la tarea de marcar, en lugar de Cevallos, quien fracasó en su intento de crear juego para su equipo. Tampoco apareció la magia de Pablo Vitti, quien salió en lugar del juvenil Kevin Mercado.
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Pero, el cambio que marcó la diferencia fue la sustitución de José Pabón por Plata, quien a los 87 minutos marcó el tanto del triunfo. La picardía del delantero le puso emoción al juego. Bajó el balón con el pecho y remató cruzado, convirtiendo un golazo que originó la locura de los aficionados.
Antes de la conquista salvadora de Plata, en las gradas la hinchada se molestó con el desempeño de Liga en la cancha. Reprobaron cada pase mal entregado, cada remate desviado y la pasividad de los merengues. En medio de esa imagen proyectada por el equipo, De la Cruz procuró empujar a sus compañeros desde la defensa. En la ‘U’ ha actuado de lateral, volante de marca y zaguero central, tal como lo hizo anoche.
Los reflejos y experiencia de Ulises siguen intactos. En dos oportunidades salvó a su equipo impidiendo que De Jesús convirtiera, cuando los seguidores azules ubicados en la general sur alta se aprestaban a gritar gol.
El marcador fue un premio para Liga, porque Emelec careció de puntería en el pórtico de Alexander Domínguez durante todo el cotejo. Fue una copia de lo que pasó entre Barcelona y Gremio en Guayaquil por la Copa Sudamericana. Esta vez, el papel de Narciso Mina lo cumplió De Jesús, demorándose para definir.
Ese tanto de Plata fue celebrado con euforia, porque Liga se adueñó del liderato del torneo con 23 puntos. Los aficionados no se retiraron contentos con el desempeño del equipo, como en otras ocasiones, pero sonrieron por el marcador. Los partidos se ganan con goles. Lo padeció Barcelona y ahora lo sufrió Emelec. Pero Liga mostró esa jerarquía ganada en el último lustro. Hizo el gol que le devuelve esa vitalidad que necesita para seguir en el torneo, en su meta de llegar por la final.
Las reacciones
Esteban Paz, directivo de Liga, fue uno de los más eufóricos. Anoche dijo: “Se ganó un partido muy complicado. No jugamos un buen partido, Emelec jugó mejor, pero lo lindo del fútbol es que pudimos vencer”.
Esa alegría de Paz se trasladó a los graderíos, en donde los aficionados elogiaron la entrega del plantel de futbolistas. Ellos aplaudieron al final del cotejo.