El gol de Patricio Avilés desató la euforia en la Caldera del Sur

Patricio Avilés, luego de marcar el gol con el que Aucas derrotó ayer 1-0 a Ferroviarios, gritó y se abrazó con sus compañeros.

Lo mismo ocurrió en las gradas del estadio de Chillogallo, en donde los hinchas gritaron con una furia contenida.

Esta emoción tiene su justificación: el cuadro oriental empezó con pie derecho el hexagonal final en el torneo de la Segunda categoría, en busca del retorno a la Serie B. Lo hizo ante unas 8 000 personas, aunque el dato oficial de taquilla indicó que 5 471 aficionados pagaron su localidad, lo que dejó de recaudación de USD 28 000.

La expectativa de los hinchas también se centró en el inicio del hexagonal final, porque Aucas quedó fuera de competencia en la etapa zonal el año pasado. Por ello, empezaron a llegar al escenario ubicado en Chillogallo desde las 09:00. Los revendedores tampoco perdieron la oportunidad de sacar alguna ventaja. La entrada a general costó USD 5 y ellos la ofrecieron en 5,50.

Durante el cotejo, Aucas no tuvo mayores sobresaltos en su área. Sin embargo, por sus limitaciones en definición, apenas ganó con esa conquista de Avilés, en el minuto 53, cuando Christian Balseca desbordó por la izquierda y levantó un centro. Y el volante zurdo se lanzó en palomita para vencer al meta Wilmer Méndez.

Antes de la conquista, los orientales tuvieron dificultades para superar a la cerrada defensa del Ferroviarios, equipo de Durán, provincia de Guayas.

Los dirigidos por Roberto Carvajal tuvieron en sus filas a los experimentados Leoverlis Mina y Wilson George, quienes jugaron en clubes de la Serie A. Ellos lideraron al cuadro porteño, que supo controlar el ímpetu local durante el primer tiempo. Mientras que en el ataque, el único referente fue Juan Arroyo.

Esta situación exasperó a los hinchas auquistas, quienes arengaron desde las gradas. Pero, cuando en los pases el balón fue retrocedido, la gente reprobó la acción con silbidos.

En las generales, preferencia y tribuna, seguidores del equipo de diversas edades y condición social convivieron. Ansiaron ver un gol con prontitud, porque el tiempo pasó sin que Aucas concretara el dominio que mostró.

En ciertos momentos, los zagueros del Ferroviarios se dedicaron a rechazar el esférico para los costados o al área rival. El mismo DT Carvajal admitió al final que su intención fue defenderse.

“Sabía que no podía ser protagonista porque Aucas era local. Es un equipo fuerte y para mí un buen negocio era un empate. Nuestra prioridad fue defendernos con orden”, expresó el estratega en la rueda de prensa.

Pero el desahogo para los hinchas y los jugadores auquistas llegó con ese cabezazo de Avilés. Este jugador no ha sido considerado titular en los últimos cotejos. Esta vez, el DT Alfredo Encalada lo incluyó en la nómina ante la lesión de Diego Quintanilla.

Este fue otro de los motivos por el cual Avilés celebró con ira su tanto. “Subí al área a tratar de pescar algún rebote porque al cabeceo iban (los zagueros) Andrés Mendoza y Carlos Preciado. Por suerte me llegó el balón y convertí. El triunfo, al final, beneficia a todo el equipo”, dijo el volante.

En el minuto 70, Aucas tuvo otra clara opción de marcar en los pies de Balseca. El talentoso mediocampista robó el balón en una salida, pero pateó arriba del arco cuando estuvo frente al arquero.

Tras el pitazo final del árbitro Félix Vera, los jugadores locales volvieron a abrazarse. En la banca de suplentes, Encalada se persignó y recibió la felicitación de sus asistentes. Al mismo tiempo, en las gradas, los hinchas aplaudieron a sus ídolos. “Son tres puntos valiosos. Este año tenemos que volver a la Serie B y luego a la A”, dijo sonriente un aficionado, ubicado en la tribuna.

El siguiente rival de Aucas será Juventud Minera, Bolívar, equipo con el que ya se enfrentó en la fase anterior. Este club ganó un partido y empató el otro.