Durante los 15 minutos de entretiempo, los hinchas alemanes también tomaron un descanso. El chef Manfred Krauth había preparado un almuerzo típico alemán. Junto a los medallones de cerdo deambulaba el recuerdo del marcador: 2-0 a favor de Italia.
Alrededor de la mesa rectangular estaba Krauth junto a su esposa Diana y cuatro amigos alemanes. Volker Goussas, Manfred Junker, Winfried Hermenau y Grielbelmann Jörg comían mientras escuchaban a los comentaristas argentinos hacer “flecos” a Alemania. Entre los cinco extranjeros, suman 115 años viviendo en Ecuador.
“Eso quiero verlo”, respondió Krauth cuando uno de sus compatriotas le dijo que no tenía apetito debido a los dos goles marcados por los italianos.
El acogedor departamento en el norte de Guayaquil dio espacio para la ironía alemana. “Vamos a hacer una apuesta”, propuso Goussas mientras se servía más ensalada. 3-2 y 3-0 fueron algunos de los pronósticos lanzados al aire. El gol de penal del alemán Özil derrumbó sus pronósticos.
Así Alemania perdió su chance de jugar la final de la Eurocopa y el quinteto tachó la palabra fútbol de su agenda de este domingo.
Cuando el árbitro francés Stéphane Lannoy pitó el penal a favor de Alemania, los cinco fanáticos tomaron un respiro. Goussas exclamó“por lo menos el honor está allí”. Pero cuando el balón tocó el fondo del arco italiano, no hubo gritos ni barras. Solo Junker lanzó unos aplausos pausados en que rompieron el silencio.
Ante una posible derrota, el quinteto bromeaba durante el almuerzo. Aparte de ver el fútbol juntos, acostumbran jugar ‘skat’ (juego de cartas alemán) y salir a comer. “Pero en restaurante italiano no vamos a cenar en unos seis meses, tampoco francés. Y se canceló la comida italiana en el Hilton. Rissotto en el hotel ya no hay”, expresó Goussas. Los demás rieron mientras esperaban los 45 minutos finales.
Manfred Krauth
Un chef fanático del fútbol. Nació hace 53 años en Alpirsbach, Alemania. Es chef del Hilton Colón de Guayaquil. Cocinó para la Selección ecuatoriana en el Mundial del 2006, en Alemania.