El fútbol se ha convertido en una activa plataforma de la propaganda oficial. El Gobierno Nacional ha dado pasos decisivos para asegurarse que los hinchas están mirando sus ‘importantes’ mensajes.
Roberto Bonafont, comentarista de fútbol, apareció en una campaña junto al actor David Reinoso (en su rol del Cholito) cuya meta era la difusión de la obra del Gobierno, sobre todo en educación, salud y vialidad.
Luego, se sacó del Ministerio del Deporte a la ex voleibolista Sandra Vela, quizás la figura menos conocida del Régimen, para dar paso al popular ex arquero José Cevallos, quien apuró su retiro del profesionalismo para dar el salto a la administración pública. Cevallos, figura de Barcelona, Liga de Quito y la Selección, es el contrapeso político del campeón olímpico Jefferson Pérez, quien suele criticar al Gobierno actual. Pero donde más se siente la política estatal es en la transmisión de los partidos por televisión. Equipos como Barcelona tienen contratos con los canales controlados por el Gobierno. Y no hay cotejo de la Serie A en que no falte un comercial del sector público. En el partido Ecuador vs. Perú, el narrador repetía: “El marcador Presidencia de la República es…”. Solo faltaría que las banderitas de los córneres sean de color Alianza País.