Los jugadores de la selección de Ghana, apodados los ‘Black Stars’, fueron recibidos ayer como héroes por un millar de personas en Soweto, el famoso barrio negro de Johannesburgo. Los hinchas de ese lugar emblemático en la lucha contra el racismo dieron las gracias por haber defendido los colores de toda África en el Mundial sudafricano.
“Quería verles antes de su salida (del país) porque nos sentimos orgullosos”, explicó Mduduzi Ngcobo, 18 años, mientras el autobús de las ‘Estrellas Negras’ llegaba al gran ‘township’ del sureste de Johannesburgo.
“Jugaron muy bien y estamos orgullosos de ellos” , agregó este joven perdido en una masa de gente con pancartas que rezaban “Larga vida a África” o “Viva Ghana” . El equipo se despidió del torneo al caer en penales ante Uruguay (4-2), tras empatar 1-1.
Adultos y niños se abalanzaron sobre el autobús cuando entró, hacia las 16:00 locales , en la calle Vilakazi, la única en el mundo en la que vivieron dos premios Nobel de la Paz, Nelson Mandela y Desmond Tutu.
Los jugadores ghaneses aparecieron uno a uno en la puerta del vehículo.
Todos recibieron el aplauso caluroso de los presentes, mientras que Asamoah Gyan, que falló una pena máxima en el minuto 120 de su partido de cuartos de final del Mundial ante Uruguay, lo que le costó a su combinado la eliminación en los penales, se llevó una destacada ovación.
“Es extraordinario. Son increíbles”, comentó Palesa Mokone, de 31 años. “Nos hicieron sentir orgullosos de ser africanos”, agregó.
La victoria ghanesa en octavos de final, contra Estados Unidos (2-1), reforzó las esperanzas de ver a Ghana hacer historia desde Ciudad del Cabo hasta el Cairo, algo que los organizadores admitieron, mostrando públicamente su deseo de un buen papel de este equipo de África occidental.
“Es triste que sean el único cuadro que defendió los colores de África. Pero merecían nuestro reconocimiento porque hicieron que estemos orgullosos”, dijo Wandile Duma, de18 años.
Ghana, el único equipo de su zona en pasar la primera fase, hizo historia al igualar el récord de un equipo africano, llegando a cuartos de final, algo que solamente habían conseguido Camerún en Italia 1990 y Senegal en Corea-Japón 2002.