Ni el ruido de las vuvuzelas, ni el poderío físico que exhiben, ni la superioridad numérica le bastó a Ghana para vencer a una Australia que jamás se dio por vencida. Eso sí, el empate le alcanzó a las ‘estrellas negras’ para hacerse del liderato de la zona D, por encima de Serbia y Alemania.
Si bien la voluntad fue australiana, el dominio fue ghanés. De las cinco selecciones africanas presentes en Sudáfrica, es la que mejor cara ha mostrado es la que jugó ayer.
Aunque las cosas comenzaban calientes en el césped del Royal Bafokeng. Un error del portero Richard Kingson le permitía a Brett Holman abrir el marcador (11 minutos). Sorprendidos, los africanos intentarían buscar a como diera lugar la paridad. Australia se defendía bien hasta que una mano sobre la línea de gol del atacante Harry Kewell terminó en la expulsión del jugador y en penal que capitalizó Asamoah Gyan.
Pero con el paso de los minutos fue bajando la temperatura en Rustenburgo, y en los compases del partido en la segunda mitad. Si bien sobre Gyan y Kevin Prince Boateng pesaron muchos de los movimientos ofensivos de un conjunto que se sentía local en Sudáfrica desde hace rato, los australianos se dedicaron a esperar al contragolpe. Y por poco consiguen el triunfo sobre el final del juego, cuando Brett Emerton falló en un mano a mano con Kingson y Joshua Kennedy conectó muy mal el rebote que quedó.
A pesar del liderato, el empate no fue lo mejor para Ghana. Ahora tendrán que buscar puntos ante una Alemania, herida de muerte después de perder con Serbia. Los australianos, a pesar de que le expulsaron a su referencia ofensiva, siguen con vida. Su única opción: vencer a Serbia y convertirse en hinchas confesos de los germanos, que deben vencer por amplio margen a los ghaneses.