La presencia del fornido guardameta Johvani Ibarra, quien este año militó en el Deportivo Quito, provocó curiosidad y luego algarabía en el Hogar de Paz de la fundación Patronato San José.
400 niños de los barrios aledaños a El Tejar disfrutaban de una función de títeres, en medio de un agasajo navideño que se inició desde las 10:00 de ayer, cuando llegó el guardameta de 41 años.
La mayoría de chicos estaban atentos a la función, escenificada en un teatrino, ubicado en el salón principal del centro de desarrollo social.
Ibarra, junto con el también arquero José Camacho y el juvenil Fidel Morales, quienes jugaron este año por los chullas, se quedó en la parte posterior del salón, mientras finalizaba la presentación. El imbabureño llegó al centro, a las 12:30, para entregar caramelos y juguetes a los menores.
Ni bien arribó, el golero que atajó en 27 oportunidades por la Selección nacional, empezó a firmar autógrafos.
Trabajadores del hogar y padres de familia mostraban las hojas de papel para que él estampara su firma. Otros, le pedían permiso para tomarse una fotografía con el jugador, que ayer vestía un jean y una camiseta blanca.
Con mucha amabilidad, el golero, que ganó seis títulos de campeón en el fútbol ecuatoriano, accedió a todas las peticiones de sus admiradores.
Todo este movimiento en el sector posterior del salón generó que poco a poco, algunos chicos dejaran de lado la función. Uno de los primeros en identificar al deportista fue Alan León, de 9 años.
Él, apenas vio al futbolista se levantó de su silla plástica, le pidió una hoja a un guardia que estaba en uno de los accesos del salón y corrió hasta donde el guardameta. El chico esperó su turno, no le dijo nada al futbolista, y solo le mostró la sencilla hoja.
Mientras el deportista estampaba su firma, el pequeño alzaba su cabeza para ver al imbabureño, de 1.80 metros. Cuando Ibarra le devolvió el papel, con el autógrafo, el niño corrió hacia su mamá, quien presenciaba los títeres, para indicarle su proeza.
León es hincha del Deportivo Quito pero el autógrafo no era para él. “Es para mi papá, que es fan”, dijo el pequeño, tras conseguir el obsequio para el padre.
Luego, cuando se anunció la presencia de Ibarra, los chicos gritaron. Él entregó las fundas de caramelos y los juguetes, conseguidos por Nataly Carrera, estudiante de la USFQ. Ella gestionó la entrega de los obsequios ante los Coqueiros, la Armada Nacional y la revista Elé. Los chicos también gozaron del juego en tres futbolines, cuyos muñecos representaban al Quito, Aucas, Liga y Católica.